El 24 de abril de 2020, mes y medio después del inicio de la pandemia, se encendió una luz en María Pita. La alcaldesa Inés Rey y el portavoz y edil responsable de Hacienda, José Manuel Lage, presentaron un plan de contratación del Ayuntamiento que según explicó la mandataria serviría como una pieza clave para la reactivación económica y de generación de empleo.
Iban a ser 534,4 millones de euros destinados a 363 contratos (no se incluían los menores o de emergencia), que según Rey mejorarían el funcionamiento de la administración más próxima a los ciudadanos. “El plan refleja la gestión, capacidad de planificación y transparencia del Gobierno”, apuntó antes de recordar que a mayores se activaría un plan de recuperación económica y social de A Coruña, que se denominó PRESCO y del que quedan cientos de ayudas por pagar.
Más allá de la pompa de las grandes cifras, las cuentas albergaban un pequeño truco. El edil y portavoz del Gobierno, José Manuel Lage, aclaró que más de la mitad de esa dotación económica (en concreto 299 de los 534 millones) correspondían a la licitación del contrato de la planta de residuos Nostían por un plazo de quince años. “Es obligatorio reflejarlo”, apostilló.
La concesión a la empresa Albada venció en diciembre de 2019. El gobierno local con Xulio Ferreiro al mando, premioso a la hora de abordar las licitaciones, puso un parche sobre ese asunto con una prórroga forzosa al tratarse de un servicio básico. La inestabilidad laboral y la precariedad en las condiciones de trabajo llevaron esta semana a una representación de los trabajadores a manifestarse en la Plaza de María Pita. Piden una solución al Ayuntamiento, pero no parece probable que antes de año y medio esté adjudicado el nuevo contrato.
En todo caso, y aún obviando el engorroso asunto de la basura, el ayuntamiento se ha quedado sin activar 129 millones de euros de una plan de contratación al que sólo se han destinado 106 millones. “Menos del 20% de lo previsto”, clama la oposición, que hace la cuenta total.
En ese contexto, con un bajísimo grado de ejecución presupuestaria y más de 428 millones de euros que se apuntó en abril del año pasado que se iban a invertir en la ciudad y que siguen en un cajón de María Pita, Lage acaba de presentar un nuevo plan anual de contratación con 320 nuevas licitaciones para un total de 250 millones de euros más, “una hoja de ruta para la aplicación de políticas sociales, económicas y culturales”. El escenario actual demanda que se agilice la inversión municipal para evitar la destrucción de empleo