La Xunta y las tres universidades gallegas han cerrado las instrucciones que regirán el próximo curso en la comunidad, entre las que se incluyen medidas como aulas al 50% de aforo, separación entre alumnos o distancia de seguridad de 1,2 metros con el fin de garantizar la presencialidad en los siete campus.
El objetivo del texto, abordado este mismo viernes por representantes de la Consellería de Educación y de las instituciones académicas, es tanto mantener unos requisitos mínimos que garanticen la calidad de la docencia, como las medidas de control y prevención sanitaria para un periodo de transición “entre la situación de presencialidad adaptada durante el curso 2020-21 y la situación de normalidad adaptada que se prevé para el curso 2021-22”
Todo ello, según añade la Xunta, parte del concepto del próximo curso como un periodo de transición hacia esa normalidad y, por ello, se recomienda que este proceso de adaptación se realice de una manera progresiva, sobre todo en el primer cuatrimestre.
Los planes de preparación para el próximo curso estarán organizados teniendo en cuenta diversos escenarios, de forma similar al pasado año, que se incluirán en las guías docentes. Por un lado, se diseñará un escenario de ‘normalidad adaptada’, es decir, una situación “acorde con el grado de presencialidad estimado como normal en el momento previo a la pandemia”. Pero también se incluye un plan de contingencia con las medidas a adoptar en el caso de tener que aplicarse el escenario alternativo en las guías docentes “de cada una de las materias incluidas en el plano de estudios” de las titulaciones oficiales de grado y máster. La Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia (ACSUG) será el órgano encargado de hacer un seguimiento de estos planes de contingencia.
Espacios y aforos
Las instrucciones acordadas también incluyen una recomendación de mantener aforos al 50% de aforo en los espacios con asientos fijos, dejando siempre un puesto intermedio vacío, mientras que en el caso de mobiliario no fijo debería respetarse una distancia mínima de 1,2 metros entre los puestos. En el caso de grupos muy numerosos, se apuesta por establecer un número máximo de asistentes por aula en función de las características espaciales, de la ventilación y de las posibilidades técnicas. “En estos casos es preferible emplear aulas espejo o docencia telemática simultánea y, de este modo, evitar concentraciones elevadas de estudiantado en un único espacio”, añade el texto.
Por otro lado, la Agencia de Conocimiento en Salud (ACIS) establecerá los criterios de priorización de los diferentes colectivos que opten a las prácticas clínicas. En el resto de tipos de prácticas cuyo desarrollo se pudiese ver afectado por los efectos de la pandemia, estas se podrán sustituir por otro tipo de actividades que garanticen la adquisición de las competencias y capacidades exigidas.