El Concello de A Coruña no pagará por los muelles de Batería y Calvo Sotelo. El portavoz municipal José Manuel Lage Tuñas descartó esta opción en Radio Coruña y apuntó que “la ciudad no debe pagar por estos muelles y mucho menos cuando ya hay dinero de la Autoridad Portuaria para resolver sus problemas de financiación”.
Estas declaraciones vienen a culminar el giro de 180 grados que el gobierno municipal lleva completando desde verano de 2021, cuando la alcaldesa Inés Rey se comprometía a que el Concello de A Coruña compraría el 75% del muelle de Batería y Calvo Sotelo. En ese plan expuesto por la alcaldesa, la Xunta se haría con el 20%, y el Puerto sufragaría el 5 por ciento restante.
El acuerdo llegó incluso a escenificarse con plazos y fechas (los pagos irían hasta 2035) en una reunión durante el mes de septiembre de ese mismo año, con representación de Puertos del Estado, la Autoridad Portuaria, la Xunta y el Concello, en este caso el exedil de Urbanismo Juan Díaz Villoslada, que dimitiría meses después.
Todo eso parece ser ahora papel mojado motivado, como apunta Lage, por la buena salud del Puerto. Castigo al buen hacer de la Autoridad Portuaria que ya había anunciado Díaz Gallego hace semanas en un Pleno: “El Ayuntamiento estaba dispuesto a hacer un esfuerzo por hacer viable A Coruña del futuro, pero cuando sabemos que no hay que pagar por eso, ¿para qué discutimos?”. Mientras tanto cualquier solución sobre el Puerto por parte del Concello ha estado bloqueada.
Una contradicción más en el seno socialista, tanto con Díaz Gallego como Lage desdiciendo las palabras de la alcaldesa Inés Rey, que separaba totalmente la adquisición de los muelles de la deuda del Puerto: “Seguimos defendiendo la condonación de la deuda. La propuesta económica no tiene nada que ver. La deuda es de unos 2000 millones y el importe de la propuesta no llega al 10 por ciento. Es una medida que no resuelve esa deuda, pero sí garantiza la titularidad de los terrenos”.
Año y medio después de estas palabras, el Concello no ha conseguido la condonación de la deuda que otros gobiernos locales, como el de Valencia, sí han logrado para sus ciudades. Pero además, se ha echado atrás en un acuerdo para el que se había comprometido.