Tarde y mal, el Ayuntamiento lleva a Pleno este jueves, ya entrado el segundo semestre del año, los convenios nominativos con decenas de asociaciones e instituciones que han sido clave para el mantenimiento de la actividad durante la pandemia. Entre el listado de beneficiarios de las ayudas hay oenegés, entidades benéficas, colectivos de personas muy próximas al PSOE y organizaciones profesionales.
La mayor parte de las cuantías y perceptores se repite año tras año en las cuentas municipales, pero siempre aparece algún concepto sorpresa que dispara las sospechas sobre el verdadero interés y destino de los fondos públicos.
En este caso, son varias las partidas sospechosas que el concejal de Hacienda, mano derecha de la alcaldesa, Inés Rey, ha colado con la anuencia (o la ignorancia) de la oposición y que en diSÍnoticias iremos desvelando en los próximos días para que los contribuyentes sepan en que se (mal)gasta el dinero de sus impuestos.
Uno de los convenios que más ha llamado la atención de quienes escudriñan los expedientes municipales es el destinado a la UGT, que aparece en la página 17 del documento y que premia con 30.000 euros al sindicato más próximo al PSOE, a pesar de su presencia minoritaria en la junta de personas y en pleno conflicto de Lage y Rey con el sindicato mayoritario, el CSIF, a través del grupo mayoritario de la Policía Local.
De ese convenio sorprende no solo el perceptor, sino, sobre todo, el concepto: «Asesoramento laboral e xurídico para personas non afiliadas», aunque luego se añade la coletilla de sin representación sindical o en riesgo de exclusión para intentar disfrazar esta partida.
Esa cantidad, 30.000 eurazos de impuestos de todos los coruñeses para un sindicato afín a los socialistas, contrasta con los apenas 5.000 euros que la Confederación de Empresarios recibe para elaborar un plan de empleo juvenil (para eso ha quedado el septuagenario Antonio Fontenla), cifra idéntica a la que perciben las Fundaciones Mujer o Juan Soñador, así como para colectivos como Cogami, Down Coruña o Ecos do Sur, que destinarán esos fondos a la inserción laboral de sus respectivos asociados. Solo la Fundación de Mujeres Empresarias recibe en este apartado una cantidad mayor, apenas mil euros más, siempre lejos de los 30.000 de la UGT.
Son muchos los que han querido ver en este generoso convenio un intento de asegurarse el apoyo de un grupo muy importante en los procesos internos del PSOE que se avecinan. A expensas de comprobar cómo se desarrolla el convenio, que no será fiscalizado el próximo año, son muchas las preguntas que se formulan por los pasillos de María Pita.
Ahí van algunas:
¿Por qué se premia a la UGT con 30.000 eurazos?
¿Quién será el encargado de gestionar ese pastizal de todos los coruñeses?
¿Qué despacho de abogados de la ciudad se beneficiará de forma indirecta, como casi siempre, con este sindicato?
¿Qué vínculos unen a Lage Tuñas con los teóricos beneficiarios? Si es afiliado de la UGT, ¿no hay colisión de intereses?
¿Qué hace la oposición? ¿En las nubes, como casi siempre?
¿Qué hacen el interventor y el secretario?
¿Y el Colegio de Abogados que opina ante este aparente trato de favor por sindicato interpuesto?
Muchas incógnitas que habrá que ir desvelando.