El primer Pleno de 2023 en el Concello de A Coruña se saldó con la aprobación de la moción propuesta por el BNG, con un texto consensuado por el grupo nacionalista con el Partido Popular y Marea Atlántica, en el que se demanda al Gobierno Municipal renegociar un nuevo acuerdo con el Estado por la cárcel de la Torre.
Hace unas semanas que la oposición tumbaba la propuesta del PSOE, que pretendía que el Concello hiciese frente a un pago de 2,3 millones de euros a cambio de un edificio en estado ruinoso, a lo que posteriormente habría que sumar su rehabilitación, asumida también por la ciudad herculina. Desde un primer momento, los partidos de la oposición le pidieron a Inés Rey que renegociara el acuerdo, algo que la alcaldesa descartó de forma inmediata.
Los diferentes grupos de la corporación insisten en la necesidad de llegar a un punto de entendimiento que no sea perjudicial para los intereses de A Coruña. Así lo defendió la edil popular Rosa Gallego: «¿Cómo vamos a estar de acuerdo en pagar dos veces por la cárcel? ¿Pagar intereses y gastos de mantenimiento que nunca se hizo, y que los coruñeses asuman los 30 millones de la rehabilitación con sus impuestos?
Igual de contundente fue el nacionalista Francisco Jorquera: «Non aceptamos a lóxica de que o concello teña que pagar para que o Esteado nos ceda un morto e nin tan sequera se comprometa a axudar a resucitalo».
A pesar de esta moción, el gobierno municipal no parece estar muy por la labor de, como ya anticipó Inés Rey, renegociar un acuerdo. De hecho, la intervención de Lage Tuñas, que en la última votación trató de amedrentar advirtiendo de «responsabilidades patrimoniales al votar en contra de los intereses generales del Concello«, fue para acusar a los grupos de la corporación de estar pensando ya en las elecciones de mayo: «Entendo que se disparou o arranque da campaña electoral. Paréceme ben a coalición do PP con Marea e o BNG. Pero a realidade é que neste pleno haberá que votar o pago dos 2,8 millóns que di o xulgado. Eso é o que haberá que votar. O outro era o que negociou o goberno».