Galicia alcanzará la inmunidad de grupo en el mes de agosto, augura el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, que anuncia que la Xunta contactará con las 4.000 personas que no acudieron a su cita para vacunarse el fin de semana pasado para preguntarles los motivos por los que lo hicieron. “Hay que distinguir entre el que no quiso vacunarse por motivos personales claros o aquellos a los que el mensaje no les llegó, a los que es fundamental volver a citar”, explica el conselleiro en una extensa entrevista concedida a Europa Press y cuyas ideas fundamentales son las siguientes:
Optimismo ante la inmunidad. En el mundo de las vacunas, las previsiones cambian, algunas veces para mal, muy rápido, pero también para bien. Yo sería optimista y creo que el esfuerzo que van a hacer la Unión Europea y las comunidades en agilizar todo lo que se pueda, dará resultados y la inmunidad de grupo llegará en agosto
Fallos en el sistema de vacunación. La decisión de parar se toma en base a informes (de la EMA y la Agencia Española), evidentemente uno siempre puede pensar en varias alternativas ¿no?. Pero cuando se apoya en informes técnicos oficiales, es relativamente más sencillo, no voy a decir fácil. Vamos a volver a citar de forma inmediata a aquellas personas que no acudieron a la llamada del pasado fin de semana porque el sistema de aviso en algunos casos falló y, por lo tanto, no recibieron de forma correcta la información. Se detectó que no todos los gallegos recibieron la llamada de confirmación de la cita y, por lo tanto, se está haciendo un estudio de los que no acudieron, para comprobar el motivo. Si no recibieron la llamada, no vieron el mensaje o teléfono estaba mal, por supuesto se les vuelve a llamar.
Los que no se quieren vacunar. De los que conscientemente no fueron, registramos esa renuncia y quedan pendientes de ser llamados Además se realiza un estudio sobre los motivos de las ausencias y los rechazos a la vacunación, tanto las negativas a recibir las dosis de AstraZéneca, cuya vacunación está previsto que se retome la próxima semana tras la suspensión temporal, como las declinaciones del personal sanitario. Aquellos que decidieron no recibirla, serán etiquetados y, una vez que finalice el proceso de inmunización, se les volverá a llamar. Si cambian de opinión podrán comunicar esta decisión en su centro de salud, pero solo se volverá a citar de forma inmediata a aquellas personas que no acudieron por los problemas técnicos. No se saca de la lista a los que no hay querido vacunarse, lo que pasa es que se le ofrecerá a otras personas. Tendremos que seguir adelante. Si este ciudadano dice que se lo ha pensado mejor y quiere vacunarse, estará abierto un proceso para poder incorporarse. Una vez finalizado el plan de inmunización y tengamos una serie de personas que han renunciado, lo lógico será volver a decirles ‘oiga, usted renunció, ¿quiere ahora vacunarse?’.
Ensayos con los mayores de 50 años. La citación para recibir la primera dosis de la vacuna de AstraZéneca a cerca de 19.000 personas de entre 50 y 55 años fue una prueba de concepto, un ensayo para el sistema de llamamientos masivo. El objetivo de este sistema es contar con información fiable sobre si la persona convocada ha recibido el mensaje y si acudirá o no a la cita para garantizar que no haya que retornar ninguna dosis.
Acotar la vacunación. ¿Sería pertinente destinar este tipo de dosis no solo al colectivo de menores de 55, sino centrarlo en el masculino a la vista de los efectos que se están describiendo. Esta es una de las hipótesis que se barajan. Yo no diría tanto hombres o mujeres, sino colectivos en los que se puedan determinar factores de riesgo. No me atrevería a decir hombres o mujeres, repito; pero sí, a lo mejor, alguna característica especial de hombres o mujeres. El futuro pasa por entender, de forma preventiva, que se pueda excluir algún factor de riesgo asociado a esos efectos de la vacuna. Pero hay que recordar que es un número de casos muy pequeño con el que, estadísticamente, va a ser muy difícil decir que son factores de riesgo de forma clara.
Un pasaporte para los vacunados. Es lógico que la información sanitaria sobre inmunización -sea por vacunación o haber pasado la infección- o la presencia de antígenos, pueda ser portable en un formato fiable y de forma segura. Nosotros sabemos los ciudadanos a los que hemos puesto las vacunas, qué vacuna concretamente, qué día y qué lote. Esa información se puede facilitar para que el paciente la lleve consigo. Se abren muchas posibilidades, de entrada no veo nada negativo; es más, creo que es algo que tenemos que hacer, porque ya lo hacemos con las vacunas de otro tipo.
Vacuna a menores de edad. Les aplicaremos las vacunas si lo incluyen en su ficha técnica, por supuesto. Además, en Galicia estamos trabajando también para participar en una prueba (piloto) en menores de 18 años.Y si tenemos ocasión, por supuesto que a nosotros nos parece una población importante y haremos todo lo posible para que se pueda vacunar. Tanto en la administración, una vez que esté en la ficha técnica, como incluso si podemos llegar antes en el proceso, estaremos encantados.