El pasado otoño el gobierno local de A Coruña decidió poner a disposición de los viandantes la calle de San Andres todos los sábados por la tarde. La medida fue tan exitosa que el pasado mes de marzo se amplió también a la jornada dominical.
Antaño una de las grandes arterias comerciales de la ciudad, la arteria que conecta la Plaza de Pontevedra con el casco histórico de la ciudad busca su espacio en un contexto en el que lo usos y disfrutes se matizan. En los últimos tiempos proliferan locales de hostelería para los que la peatonalización puede ser un valor, y más en estos pandémicos tiempos.
En María Pita planean convertir la calle en un bulevar, con más espacio para las aceras y menos para los coches. No es una decisión sencilla, pero puede resultar vital para que el centro de la ciudad recupere el ambiente que jamás debió perder.
La gente responde, los empresarios de la zona, aún laminados por los rigores de la crisis sanitaria, se ilusionan con lo que está dejando la experiencia de los fines de semana, y más de cara al verano. Espacios vecinos como las plazas Cormelana y José Sellier muestran un camino para que la zona tome vida como uno de los grandes espacios para el ocio en A Coruña.
En ese escenario todavía hay cuestiones por pulir. La peatonalización de San Andrés convierte en igualmente inactiva para los vehículos la Rúa Alta, en la que tratan de salir adelante dos negocios de hostelería. Uno de ellos presentó el pasado mes de abril una solicitud en el registro del ayuntamiento para que la peatonalización se extienda también los fines de semana desde el cruce de San Andrés hasta la calle Orzán. Argumenta en su petición que el único garaje de la zona no se vería afectado por la extensión solicitada. De hecho, habitualmente, los usuarios de esas plazas emplean la Calle Vista para transitar por ella.
La petición se fundamenta en la convicción de que nadie resultaría afectado por la medida y sí habría beneficiados. Y se pide al Concello que valoren la petición desde “una perspectiva general y generosa”. La pelota está ahora en el tejado del ayuntamiento.