Ufana y orgullosa, la vicepresidenta primera del Gobierno glosó a través de su cuenta de twitter lo que consideró una “intensa y productiva” jornada en Galicia. Y marcó cinco puntos que en la versión política se resumen en los encuentros con las referencias que tanto en Ferraz como en Moncloa manejan como interlocutores en el lejano noroeste.
Nadia Calviño encontró espacio para comenzar el día con un reunión con Abel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. Y lo terminó en Santiago con una reunión con Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Xunta.
La mano derecha de Pedro Sánchez en el Gobierno no encontró motivos para abrir un hueco en su agenda y acercarse hasta su localidad natal, A Coruña, para establecer un cara a cara con los rectores de la que no hace tanto fue destino de referencia a la hora de medir el pulso de la aganda política gallega. Inmersos en la irrelevancia, Inés Rey y su número dos y secretario de organización del PSOE coruñés, José Manuel Lage Tuñas, pasaron de largo sobre la agenda de Calviño, su intensidad y su productividad. 24 horas antes la alcaldesa de A Coruña se arrogó la gestión que desbloqueó la licitación del tren a Langosteira e insistió en el valor de la “cumbre” que articuló en Maria Pita y de la que no salió ningún anuncio frente a la ejecutiva reunión entre el ahora exministro José Luis Ábalos con Alberto Núñez Feijóo de la que brotó la decisión de afrontar la conexión ferroviaria con el nuevo puerto.
Más allá de golpes en el pecho y soflamas propagandísticas, el compás de cara a Madrid y a su propio partido lo lleva en Galicia el alcalde de Vigo, Abel Caballero, como otrora lo llevaba Francisco Vázquez. Tristemente para los intereses de la ciudad, A Coruña ha bajado de división, no sólo en el fútbol. Caballero aprovechó la visita de la vicepresidenta para reivindicar la pujanza del sector industrial en Vigo (las comparaciones en este punto resultarían odiosas) y solicitar el apoyo gubernamental para remontar la enésima crisis del sector naval.
Calviño habló de fondos europeos y todos quedaron convencidos de que en sur de Galicia disfrutará de un interesante músculo económico para afrontar la recuperación. Inés Rey destinó parte del jueves a presentar la quinta ronda coruñesa, “que será peatonal”. Los ciudadanos coruñeses, apuntó en un acto de curiosa parafernalia en los Cantones, se podrán relacionar de una manera más sostenible en la apuesta por un cambio de modelo de ciudad.
Calviño se reunió con alunmos de la Universidad de Vigo e inauguró la Mindtech International Conference, un foro de debate que congregó a más de medio centenar de líderes empresariales del negocio industrial y recibió más de 15.000 visitantes. Luego se trasladó a Santiago, donde la esperaba Feijóo. El presidente del Gobierno gallego trasladó a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la necesidad de aportar soluciones a la crisis industrial y apostar por proyectos que modernicen la economía y consoliden el empleo.
Sobre la mesa se pusieron asuntos clave para el nuevo tiempo que se abre en Galicia. Se habló de la distribución de los fondos Next Generation, la digitalización, la inclusión financiera o la prolongación de las deducciones fiscales del Xacobeo hasta 2023. “Le trasladé el interés de Galicia de poder competir con el resto de los proyectos que se presenten y, por eso, la cogobernanza y el conocimiento de las condiciones y criterios de elegibilidad son cuestiones muy importantes”, explicó Feijóo.
En esta línea, el presidente de la Xunta valoró el compromiso de la vicepresidenta primera de evaluar los proyectos prioritarios para Galicia, relacionados con el ámbito forestal, agroalimentario, de la automoción, con el sector aeronáutico y con la sanidad en el ámbito tecnológico; así como la necesidad de que el naval cuente con su propio PERTE.