La terminal de Alvedro ha pasado un año como un espacio desangelado. La plantilla de AENA del aeropuerto coruñés, compuesta por un total 94 trabajadores, ha estado velando por su mantenimiento y por que los escasos vuelos se desarrollasen con normalidad, desde el equipo de bomberos hasta el personal de operaciones.
“Nos duele verlo tan vacío, cuando Alvedro da trabajo a 500 personas entre empleos directos e indirectos”, explica Gustavo García, presidente del comité de empresa de AENA en Alvedro, que se ilusiona con que las escenas de trasiego de pasajeros vayan regresando al aeropuerto. “El mes de abril comenzaron a verse incluso las clásicas colas ante las puertas de embarque del lado aire, y hasta colas pasando el filtro. Los vuelos que están operando en abril están teniendo buena ocupación”, apunta.
Para el mes de mayo ya están disponibles los destinos anteriores a la era Covid-19, con un gran ausente: Heathrow. Aunque varían las frecuencias y horarios, consultando la web de Vueling vemos que si bien los últimos días de abril las pocas frecuencias disponibles tienen varios días “en blanco”, para mayo se recuperan las 5 frecuencias semanales a Sevilla (salvo sábados y miércoles), dos vuelos que salen con destino a las islas Canarias los sábados, uno a Tenerife y otro a Gran Canaria, dos frecuencias semanales a Valencia y dos frecuencias diarias a Barcelona.
Sin embargo, pese a esta disponibilidad de vuelos inédita los últimos meses, la situación que se vive por parte de las plantillas de las aerolíneas es todavía de incertidumbre en muchos casos. Mientras que la plantilla de Iberia ha sido la menos afectada y mantiene parcialmente a sus trabajadores en activo, todo el personal de tierra con base en A Coruña de Vueling y de Air Europa se encuentran en ERTE.
Especialmente preocupante es la situación en la que se encuentran los 32 trabajadores de Vueling en Alvedro, sobre los que pende la suspensión indefinida de la base de operaciones de la compañía en la ciudad herculina. “El personal de Vueling lo está viviendo con mucha incertidumbre. Ya les han ofrecido otros destinos, y algunos trabajadores han aceptado el traslado ante la posibilidad de que la situación se prolongue; pero otros siguen a la espera, con esperanza de que esta base se pueda recuperar”, revela el presidente del comité de empresa de AENA en Alvedro.
Entre tanto, la compañía aérea sirve sus vuelos en A Coruña con aviones y tripulación que tiene base en otros aeropuertos. Esto se traduce también en que no puedan ofrecer salidas a primera hora de la mañana, ya que no cuentan con el personal de tierra que prepare el embarque a las 6 o las 7 de la mañana, ya que no pernoctan en la ciudad.
“Evidentemente, las compañías son las primeras interesadas en tener garantías de cara a que la situación se normalice para cerrar nuevos acuerdos, pero un factor fundamental es la negociación del convenio por parte del Concello, que podría incluir una cláusula exigiendo que la aerolínea tenga base en Alvedro”, explica Gustavo García.
Por ello, desde el comité de empresa de AENA señalan que es clave que desde María Pita den pasos adelante: “Pedimos que el Concello recupere los convenios a cambio de que las compañías recuperen los destinos y frecuencias e incluso a más destinos. Nos duele que el convenio con Vueling esté en suspenso, pero a la vez agradecemos que se sacase a concurso el concierto para restablecer el vuelo a Bilbao que se adjudicó a Volotea y también el impulso desde confederaciones de empresarios y la Cámara de Comercio para aumentar las frecuencias a Madrid. Ese es el camino”.
“Los conciertos hay que prepararlos con tiempo. La compañía necesita entre 3 y 6 meses para preparar su personal, los aviones destinados a cubrir la ruta. Si estimamos que para el verano hemos alcanzado la inmunidad de grupo, ya no llegaríamos a poder ofrecer las nuevas rutas para agosto. Los conciertos que se puedan empezar a preparar ya se harían con vistas a después del verano”, explica García.
“Lo que sí tenemos claro es que A Coruña siempre ha respondido extraordinariamente bien cuando se incorporan vuelos. En cuanto se ofrecen nuevos destinos, los coruñeses viajan. Esperamos que los vuelos que ya están programados, especialmente a partir de junio, se vayan llenando, y que esto vaya animando a las compañías a ir poniendo cada vez más vuelos y ojalá recuperar todas las frecuencias”, añade.
Acostumbrado a los récords de pasajeros que encadenó en 2019 (superando la barrera de 1.300.000 pasajeros), el aeropuerto se aferra ahora a la recuperación de la movilidad y a la ansiada inmunidad de rebaño para que la “nueva normalidad” sea lo más parecido, en términos de conectividad aérea, a la situación previa a la pandemia. Incluyendo el “vuelo estrella”, el de Heathrow.