«Las últimas estadísticas del Ministerio del Interior sitúan A Coruña como una de las ciudades de 250.000 habitantes con mayor incremento en delitos. En el último trimestre, se alcanzan los 37 hurtos diarios». Estas palabras no salieron de ningún medio de comunicación coruñés a los que Inés Rey les gusta señalar como «panfletos» por contar la verdad. Las pronunció Matías Prats en Antena 3, lugar hasta donde retumban ya los ecos de la inseguridad que viven los vecinos de A Coruña.
En los últimos meses, cada vez que la ciudad herculina da el salto al panorama nacional es por motivos de dudoso honor. Ya ocurrió hace poco con los problemas de la movida nocturna en el Orzán y ocurre ahora con la creciente ola de robos que se ha acentuado todavía más desde el inicio de 2023.
«Aumenta la preocupación entre comerciantes y vecinos de algunos barrios de la ciudad», apostilla el reputado periodista antes de dar paso a varios testimonios. Uno de ellos el de Beatriz López, propietaria del restaurante Fechorías, uno de los locales asaltados la semana pasada y cuya localización, al lado del cuartel de Lonzas, no impidió a los delincuentes entrar por la fuerza.
Lamenta la hostelera que «me parece lamentable que asalten en tu entorno, donde está la Policía… pero es lo lamentable es que no haya operativos. Ellos (la propia policía) llevan pidiendo muchísimo tiempo y no hay». Se refiere Beatriz a la reducción progresiva de las plantillas de la policía nacional y municipal, o de decisiones cuestionables como la de enviar agentes a otros puntos del estado dejando la ciudad desprotegida.
Prevención es lo que piden vecinos, hosteleros y comerciantes. Presencia policial en las calles para no tener que lamentarse luego: «Que haya más de patrullas de noche, que se vigilen las calles porque está la cosa bastante fea», señala Paula Ballesté, encargada de La Mansión
Estas reclamaciones van en consonancia con lo que pedía por escrito la semana pasada el candidato del PP Miguel Lorenzo: que se cubran todas las plazas del catálogo de personal, que se recupere la Policía de Barrio y que se convoque la Junta Local de Seguridad para tomar medidas cuanto antes.