Lejos de calmarse las aguas, la indignación sigue creciendo en Granada en lo que se refiere a la concesión por parte del Gobierno Central de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) a A Coruña. La ciudad andaluza era una de las favoritas en el proceso y levantó la voz desde un primer momento, exigiendo transparencia y aclaración sobre diferentes factores como el último, recién descubierto: el informe en el que se basó la designación de A Coruña se firmó después de tomar la decisión.
Según una información adelantada por el Ideal de Granada, esta semana se hacía público que el informe en el que se descarta a la localidad nazarí está fechado mes y medio después de tomar la decisión. La asociación Juntos Por Granada, que lideró la protesta hasta el Tribunal Supremo, lo ha calificado como «el expediente de la vergüenza».
No son menos críticos desde el ayuntamiento, donde el alcalde, el también socialista Francisco Cuenca, se ha rebelado contra su propio partido exigiendo «conocer las notas de la baremación, de ahí no me van a mover». Con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, esta vehemencia ya le ha costado algún reproche desde la cúpula del PSOE en Madrid, pero Cuenca se mantiene firme «vamos a seguir exigiendo transparencia, al mismo tiempo que pedimos que lo que le corresponde a Granada, le llegue».
Las dudas del gobierno granadino sobre el proceso hacen que se hable sin tapujos ya de ‘pucherazo’, según recoge El Mundo, señalando como principal argumento el hecho de que A Coruña sea la ciudad natal de la vicepresidenta y Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital Nadia Calviño.
La patata caliente sigue de esta forma en manos de Pedro Sánchez, que no ha conseguido acallar las voces críticas con la decisión a pesar de concederle posteriormente a Granada la sede en Europa del ADIA Lab, un centro de computación avanzado que muchos consideran poco más que las migajas de consolación.