Este domingo por la noche arrancaba una huelga de basuras en la planta de Nostián que se prolongará hasta el próximo viernes. No le ha quedado alternativa a los trabajadores, que tras continuas denuncias por sus precarias condiciones han tomado la decisión de parar empujados por la incapacidad del Concello para sacar un nuevo contrato que lleva prometiendo años.
Porque años son ya los que Albada, empresa concesionaria, lleva en prórroga forzosa. Concretamente desde enero de 2020. Inés Rey, que antes de las elecciones 2019 le reprochaba a Xulio Ferreiro su “inacción y falta de proyecto” para solucionar este problema, va camino de dejar los deberes sin hacer después de cuatro años de mandato.
“No entendemos este retraso, el anterior Gobierno tenía prácticamente finalizados los pliegos y la actual concejal de Medio Ambiente (Esther Fontán) se había comprometido a sacarlos antes del final de la concesión, el 31 de diciembre de 2019″, apuntaba hace semanas Hadrián Canosa, presidente del comité de empresa.
Los trabajadores reclaman un convenio colectivo digno después de acumular una década con el salario congelado y viendo que las intenciones de la empresa es mantenerlo de la misma forma hasta 2028.
Señalan también que la planta de basuras de Nostián acumula numerosas multas de la Xunta de Galicia por la falta de sellado del vertedero y también requerimientos de la inspección de trabajo. Los propios trabajadores se quejan de trabajar en condiciones de insalubridad y la falta de mantenimiento en las instalaciones.
Los paros provocarán acumulación de basuras en la planta y nos e descarte que también se apilen residuos en los contenedores. Pero los trabajadores han llegado a una situación límite para reclamar una nueva convocatoria que, temen, no se producirá en esta legislatura.