Volvió a arder la falla en un multitudinario San Juan y con ella se quemaron meigallos, pero también egos y vanidades. El Ayuntamiento de A Coruña aprobó el diseño de un emblema que ardiese en Riazor y ensalzase a cuatro mujeres coruñesas. Y ahí puso a la misma altura a María Pita, Emilia Pardo Bazán, María Casares e Inés Rey, “un conxunto escultórico que reunirá a efixie da alcaldesa coa de mulleres senlleiras na historia da Coruña ás que a cidade lles rende homenaxe”, explicaba el departamento de prensa del concello a través de un comunicado.
Así, la heroina de la defensa de la ciudad contra los ingleses, la novelista y pionera en la introducción de ideas sobre los derechos de las mujeres y la mítica actriz de la que este año se conmemora el centenario de su nacimiento compartieron espacio con la persona que desde hace tres años ejerce como alcaldesa de A Coruña tras obtener 37.531 votos entre las 200.075 personas que tenían derecho a voto. El día que recogió el bastón de mando prometió ejercer el cargo «con humildad».
La efigie de la alcaldesa en la falla estaba ataviada con un cinturón que lucía en su hebilla el escudo del Liceo, otro homenaje en esta ocasión al reciente campeón de Liga de hockey sobre patines. Justamente el Concello decidió que una representación del cuadro liceista participase en el encendido de la falla. Así que allí estaban tanto el entrenador Juan Copa, como una representación de jugadores y directivos. E Inés Rey, que ejerció de muerta en el entierro y niña en el bautizo. Ayudó a encender la traca que prendió la falla en la que aparecía al lado de tres de las mujeres más reconocibles de la historia de la ciudad, que no son precisamente pocas.
Instantes después, la alcaldesa presenció como su efigie acabó quemada por el fuego que ella misma contribuyó a encender.