Produccións Sostibles Sociedad Limitada fue la empresa agraciada por el Ayuntamiento para cobrar por organizar los macroconciertos de Riazor bajo el paraguas de Abanca y la Xunta de Galicia. Esos conciertos iban a traer al estadio coruñés a grupos como Nicky Jam, los Hombres G y un sinfín de artistas de gira por España. Y se suponía que iban a ser el plato fuerte del verano en la ciudad.
La elección de la empresa fue sorprendente, por cuanto el Ayuntamiento coruñés dispone de un experimentado equipo de trabajo en eventos lúdicos del máximo nivel en el IMCE, el organismo autónomo encargado de contratar y llevar a buen término los principales recitales (hasta ahora en el Coliseo), con estrellas nacionales e internacionales del máximo nivel.
Si sorprendente fue la marginación de los trabajadores municipales, más sorprendente fue comprobar que en el momento de la presentación oficial del concierto por parte de la alcaldesa, Inés Rey, que insiste en estar sólo para las buenas noticias y no da la cara cuando esas teóricas buenas nuevas se van al carallo, Produccións Sostibles (sí, con la errata impropia en el nombre para parecer más gallega) ni siquiera estaba inscrita en el Registro Mercantil de modo oficial. Así lo pudo comprobar diSÍnoticias tras el aviso de varios promotores indignados por el escarnio de ver la decisión municipal.
Según el Boletín Oficial del Registro Mercantil, la sociedad se inscribió formalmente con la fecha de inicio de actividades en el pasado 17 de junio de este mismo año, aunque esa alta no fue publicada hasta el 29 de junio (en la página 32.876, para los interesados, y justo antes de la liquidación de una sociedad de un conocido exfutbolista).
En esa publicación oficial se cita como administrador único a José Patiño Riveiro y como objeto de la sociedad se incluye “la organización y producción de eventos culturales, musicales y deportivos. Servicio de alquiler, montaje y servicio técnico de equipos de sonido, iluminación profesional y vídeo para todo tipo de eventos. La prestación de servicios de hostelería, restauración, bares y cátering”. Todo ello con un módico capital social de 3.000 euros y la previsión de ingresar varios cientos de miles en pocos días con la organización de los conciertos de Riazor en el bolsillo.
En el mundillo de los eventos, muchos sitúan a José Patiño Riveiro en la órbita de un conocido empresario de la noche coruñesa que ya ha tenido algunos encontronazos con el dueño de Abanca, Juan Carlos Escotet, a lo largo de los últimos meses.
La sorpresa para todos los implicados en esta (una más) extraña operación de la alcaldesa y su mano derecha y responsable de Contratación (sí, Lage Tuñas otra vez) llegó cuando la recién estrenada empresa fue incapaz de completar en tiempo y forma los trámites para poder organizar el principal evento lúdico del verano coruñés.
Luego llegó la excusa de la pandemia (que solo debe afectar a los conciertos en A Coruña) y el habitual blablablá de María Pita para escurrir el bulto, pero las pruebas están a la vista de todo el mundo en las publicaciones oficiales. La chapuza seguirá dando que hablar en los próximos días, así que seguiremos informando.