La Diputación de A Coruña celebró este miércoles un pleno extraordinario para conmemorar el día del bicentenario de su constitución oficial, el 1 de junio de 1822. En esta efeméride histórica reunió a los siete presidentes de la institución durante la etapa democrática Enrique Marfany (1979-1987), José Manuel Romay Beccaría (1987-1989), Salvador Fernández Moreda (1989-1995 y 2003-2011), Augusto César Lendoiro ( 1995-1999), José Luis Torres Colomer (1999-2003) y Diego Calvo Pouso (2011-2015) acompañaron al actual presidente, Valentín González Formoso, y tuvieron la oportunidad de intervenir de nuevo ante lo pleno de la corporación para hablar de su pasado y de su futuro.
Valentín González Formoso agradeció la presencia de los presidentes “en un día histórico” e hizo un breve repaso de la historia de una institución que atravesó períodos de monarquía, república, dictadura y democracia, pero que siempre fue “capaz de adaptarse a los tiempos” y a los “cambios históricos del país” durante doscientos años. “Poco tiene que ver aquella Diputación de la beneficiencia, de la extensión del alumbrado y los caminos con la de hoy, que presta sus servicios online, que atiende a más de 3.000 personas mayores con la teleasistencia, que crea infraestructuras en los 93 ayuntamientos o que impulsa una gran red de centros de coworking para que el talento de la juventud gallega no tenga que emigrar”, apuntó Formoso, que incidió en que la Diputación es “el motor económico, social y cultural de esta provincia”.
En su intervención, Enrique Marfany destacó que, a pesar del importante trabajo que desarrollan para garantizar servicios esenciales nos pequeños municipios, “las diputaciones siguen a ser grandes desconocidas para la población” y pidió que se reconozca “la singularidad de Galicia en cuanto a dispersión poblacional”.
José Manuel Romay Beccaría se felicitó del bicentenario “de una diputación modélica”, por encima de las diferencias políticas, “que se caracteriza por el trabajo en equipo y su eficacia”.
Salvador Fernández Moreda, el presidente que más tiempo estuvo al frente de la Diputación de A Coruña en la etapa democrática, recordó los orígenes de la institución al amparo de la Constitución de 1812. “Siempre estuvimos a la cabeza de las diputaciones de España”, apuntó Moreda, que destacó que la mayoría de los asuntos se aprueban por unanimidad “un espíritu de consenso que ojalá impregnara también la política española”, sostuvo.
“Si las diputaciones no existirán habría que crearlas”, apuntó Augusto César Lendoiro, presidente de la institución entre 1995 y 1999, que destacó a través de su larga historia, en períodos y etapas muy diferentes, la institución se caracterizó siempre por su apoyo a los ayuntamientos de la provincia y por ofrecer oportunidades al mundo rural.
José Luis Torres Colomer recordó también su etapa en la presidencia de la Diputación y su trabajo como diputado durante doce años. “Es un gran honor formar parte de la historia de esta institución”; afirmó.
Finalmente, Diego Calvo, actual vicepresidente de la Xunta, aludió también al “carácter pionero” de la institución coruñesa entre las diputaciones de España y consideró que “es importante que la Diputación perdure, o cuando menos sus funciones, porque es útil para los pequeños ayuntamientos y para la gente que vive en ellos”.