La declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la Casa Cornide en A Coruña ya es oficial después de aparecer este viernes en el Diario Oficial de Galicia, que establece que a partir de ahora será obligatorio permitir visitas.
El Consello de la Xunta declaró el pasado 27 de abril BIC la Casa Cornide, en el casco histórico de A Coruña, en el número 25 de la calle Damas, frente a la colegiata de Santa María. El DOG publica hoy el decreto con esta resolución sobre un inmueble cuya propiedad es objeto de controversia en la actualidad, pues tras ser propiedad de la familia Cornide pasó a ser pública y entonces, en una operación durante la dictadura, el Ayuntamiento de A Coruña la subastó en 1962 y acabó en manos de Carmen Polo, por lo que el Consistorio ha anunciado acciones judiciales para recuperarla.
La declaración de BIC incluye, como es preceptivo, la obligación a los titulares de permitir “su visita pública gratuita un número mínimo de cuatro días al mes durante, al menos, cuatro horas al día, que serán definidos previamente. El deber de permitir el acceso no se extenderá a los espacios que constituyan domicilio particular o en los que pueda resultar afectado al derecho a la intimidad personal y familiar”, recoge el decreto.
No obstante, éste excluye de forma expresa de la declaración de BIC, por lo que podrían ser retirados en cualquier momento, la mayoría de los bienes del interior. De hecho, en su descripción, relata que en la planta baja hay una escultura pétrea de Santiago apóstol, una placa pétrea con una representación de la virgen y un artesonado de madera. “Ninguno de estos tres elementos parece conformar, ni por sus características, ni por su posición ni por su instalación, parte integrante original del inmueble, ni se puede establecer ningún vínculo con el bien cultural”, relata.
En la planta baja incluye en la declaración dos capiteles, en el primer piso añade unos arcos tudor y una chimenea, y en el segundo piso unas puertas y otra chimenea. En el bajo cubierta, sin embargo, detalla que “actualmente, no se conserva ningún bien mueble que se pueda vincular con el inmueble objeto de esta declaración de bien de interés cultural”.
Esta situación de los bienes muebles es similar a la ocurrida en el Pazo de Meirás, en el municipio coruñés de Sada, donde la Justicia tuvo que entrar a determinar cuáles se consideraban incluidos en el inmueble, una condición que se extendió a medio centenar.