El 2023 ha comenzado con confusión entre los usuarios del bus urbano en A Coruña. Este lunes, en el primer día laborable del nuevo año, los conductores han tenido que ejercer también de puntos de información con gran parte de los vecinos que se subían al transporte público a raíz de la entrada en vigor de la nueva tarifa.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia viene de emitir una sentencia firme en la que anula la bajada de precio del bus urbano decretada por la Marea Atlántica en 2019. El billete regresa, pues, a los 1,30 euros en lugar de los 1,20 euros que costaba actualmente.
Ante esta situación, Inés Rey se apresuró a anunciar que el Concello asumiría esa subida de precio, aprovechando para dejarle un recado al gobierno anterior, “se saltó términos de un contrato en vigor”. El problema es que la alcaldesa estuvo más preocupada de darse publicidad que de explicar la medida de forma pormenorizada. Y, por supuesto, de informar de forma correcta y aplicarla con tiempo de margen para una mejor adaptación.
Porque los usuarios se han encontrado de un día para otro con la subida del precio del bus urbano al no haberse enterado de la ‘letra pequeña’ del anuncio en el que el Concello asume esos 10 céntimos. La tarifa se mantendrá congelada (1,20 euros) únicamente para los usuarios que estén en poder de la tarjeta Millenium o que tengan la app del transporte público descargada en su móvil.
De esta forma, todos aquellos que quieran pagar su billete en metálico, tendrá que asumir ellos la subida de precio: los 1,30 euros decretados por el TSXG. Mientras los vecinos se acostumbran, ya son varios los conductores los que han pedido que se informe con todos los detalles de la nueva tarifa del bus urbano para evitar malentendidos y también malestar en algunos usuarios.