El proyecto de rehabilitación ambiental de la antigua mina de lignito en Cerceda (A Coruña) se ha culminado con la transferencia, por parte de Naturgy, del Lago de Meirama-As Encrobas al dominio público hidráulico, tras la aprobación y comprobación por parte de Augas de Galicia del deslinde en todas las márgenes. Cerceda dispone desde ahora de un nuevo espacio natural de libre acceso en unas 230 hectáreas, que incluye el lago artificial y su playa, así como las márgenes del entorno. La compañía energética acondicionó los accesos desde la senda del río Barcés en la zona del aliviadero del lago, con un paseo perimetral de 6,5 kilómetros.
La creación del Lago Meirama en el valle de As Encobras, Cerceda (A Coruña) es una de las mayores actuaciones de rehabilitación medioambiental realizadas en España, según destaca la empresa. Es uno de los compromisos derivados de la explotación de la antigua mina de lignito, que ahora «ha generado un gran espacio protegido de biodiversidad que supondrá un impulso al desarrollo económico, turístico y ambiental de la zona, por el valor natural del espacio creado», según explica la empresa.
El proyecto, que contó con una inversión de 60 millones de euros, recupera el espacio afectado por la actividad minera con la creación de un gran lago, de 2,2 kilómetros de longitud y un kilómetro de anchura (171 hectáreas) en el antiguo hueco de la mina, y la reforestación de los terrenos y de los depósitos de estériles de mina.
El Lago de Meirama-As Encrobas cuenta con un espacio de biodiversidad, con la plantación de más de 450.000 árboles en los terrenos de la antigua explotación minera. El exhaustivo inventario zoológico y botánico llevado a cabo por el equipo de especialistas de la Estación de Hidrobioloxía do Encoro do Con, de la Universidade de Santiago de Compostela, ha identificado un total de 862 especies animales y vegetales, de las que el 5% son endémicas y con especial valor de conservación. Todas las especies animales, y buena parte de las vegetales, han repoblado la zona de forma natural, sin que haya mediado la acción humana.
La buena calidad de las aguas del Lago Meirama y su enclave estratégico en cabecera de cuenca del río Barcés, que abastece el embalse de Abegondo-Cecebre, lo convierte en un reservorio de agua para el municipio de A Coruña y su comarca. Meirama es el primer caso del mundo de un lago de estas características que tiene potencial para ser usado para el abastecimiento a grandes poblaciones sin mediar un tratamiento intensivo previo de sus aguas, explican desde Naturgy.
La empresa, en colaboración con el Grupo Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente de la Universidade da Coruña, ha llevado a cabo, desde el inicio del llenado del lago, «un estricto control de la calidad de las aguas, con un registro de más de 600.000 datos». En septiembre de 2013, Augas de Galicia autorizó el proyecto de regulación del lago minero para su aprovechamiento como reservorio de agua para la ciudad de A Coruña y su área de influencia, con el objetivo de reforzar el sistema de abastecimiento de la comarca coruñesa con un volumen adicional aproximado de 24 hectómetros cúbicos.
La explotación de la mina de Meirama se inició en 1980 y concluyó en 2008, tras haber suministrado 94 millones de toneladas de lignito a la central térmica de Meirama. La explotación minera contribuyó directamente a la riqueza de Cerceda y las localidades limítrofes. Pero el lignito se terminó y se comenzó a importar carbón para el funcionamiento de la central térmica. Y había un agujero de 300 metros de profundidad y de más de dos kilómetros de longitud y uno de anchura. En 2008 se empezó a transformar en lo que es ahora.