El no parar de sucesión de desastres generado por el gobierno local en A Coruña suma un nuevo capítulo con una resolución judicial que declara nulo el nombramiento de Mónica Martínez Lema como concejal de Deportes a las órdenes de Inés Rey.
La alcaldesa firmó el 1 de septiembre de 2020 un decreto por el que la que había sido hasta tres meses atrás concejala de Ciudadanos se integraba en el Ejecutivo local desde su posición de concejala no adscrita. Martínez había abandonado el grupo político por el que había resultado elegida, pero optó por mantener el acta de concejala. Rey la incorporó a su equipo de gobierno y glosó la capacidad de diálogo de Martínez y su “voluntad de aportar y sumar”.
Pero Marea Atlántica recurrió el nombramiento y se remitió a la Ley de Bases de Régimen Local y al Pacto Antitransfuguismo. La legislación es clara y prohibe incrementar el sueldo de quien abandone la lista con la que se presenta a las elecciones o darle responsabilidades de Gobierno”. Inés Rey vulneró ambos supuestos y tiró millas. Ahora un juzgado coruñés la ha frenado en seco, anula el nombramiento y obliga a que el Concello reintegre a las arcas públicas la diferencia de lo cobrado por la edil durante estos casi dos años (cerca de 30.000 euros)
El Gobierno local valora ahora si interporte un recurso de apelación o acata la sentencia judicial y sustituye a la edil de Deportes en una nueva crisis que se abre, a instancias de la Marea, justo cuando el acuerdo entre esta fuerza política y los socialistas ha permitido sacar adelante unos presupuestos para la ciudad. “Coa democracia non se xoga”, concluyó en su cuenta de twitter el edil mareante Iago Martínez, excompañero de la todavía concejala de deportes en el desaparecido Xornal de Galicia.
“A Coruña non merece isto. Merece políticas serias”, zanja Francisco Jorquera, portavoz del BNG, que manifiesta “perplexidade política” porque PSOE y Marea llevan adelante una política de acuerdos en la que excluyen a las demás fuerzas políticas y al tiempo dirimen sus diferencias en los tribunales. “Inés Rey ten que asumir agora a súa responsabilidade por ter adoptado no seu momento unha decisión que volve sumir o Goberno Local na inestabilidade. Estamos ante un novo episodio dunha xa interminábel lista de cesamentos, renuncias e retiradas de competencias. Unha mostra máis de que, ao contrario do que prometeu a alcaldesa ao principio do seu mandato, este non é en absoluto o mandato da estabilidade, senón todo o contrario”, sostiene Jorquera.