El pasado mes de octubre la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez visitaba A Coruña para presentar el primer paso de la remodelación de Alfonso Molina. Anunciaba, entre otras cosas, que la obra se licitaría antes del 31 de diciembre. El 28 de marzo quien ha visitado la ciudad es Fernández Palomino, director general del ministerio, para hacer lo que debe entenderse como la segunda presentación de aquel primer paso. Porque ni la obra está licitada todavía ni el proyecto está siquiera acabado.
Las dudas con las fechas han sido constantes en este proyecto, que sigue acumulando retrasos año tras año. Hace ya veinte años, en 2003, que se empezó a hablar del proyecto de la ampliación comenzó a tomar forma. En 2014 el Gobierno, entonces del Partido Popular, comunicó la licitación de la obra, pero en ese anuncio se quedaron las novedades. El gobierno local de la Marea Atlántica presentó objeciones y el proyecto se fue al limbo.
A día de hoy resta mucha incertidumbre con los fondos destinados a la ampliación del principal acceso a A Coruña, ya que lo que se expone en las visitas del Gobierno Central y lo que luego recogen los Presupuestos Generales del Estado no cuadra. Hoy se señaló un presupuesto que alcanza prácticamente los 30 millones de euros entre la remodelación de Alfonso Molina y la integración ambiental (parte del proyecto todavía no concluida). El primer proyecto suma 23,9 millones de euros, de los que 21 corresponden a la obra, 1,6 millones de euros a expropiaciones y 1,3 millones de euros a asistencia técnica; mientras que el segundo (la integración ambiental) tiene 5,8 millones de euros para un total de 29,7.
Pero la realidad es que las cuentas contemplan partidas de un millón de euros para cada anualidad en 2023 y 2024 y un máximo de 16 millones hasta 2026. Las obras se prolongarán durante 24 meses, pero de momento no hay fondos suficientes para que se ejecuten hasta dentro de tres años.
Así las cosas, el ayuntamiento de A Coruña se entrega a un paripé que estuvo protagonizado por la alcaldesa Inés Rey y el concejal de Urbanismo Díaz Gallego, que siguen apurando este tipo de presentaciones en una de las últimas fotos que podrán lucir antes de que se cancelen dentro de 10 días por la entrada en periodo de sombra previo a las elecciones.
Los trabajos, cuando se inicien, incluirán tres fases, con una primera ya en marcha consistente en instalar una pasarela que conecte Pedralonga con Palavea. También habrá una mejora de la accesibilidad en las paradas del autobús y el Concello será responsable de la conservación de un tramo cuando concluya la remodelación.
La tercera fase, de integración de barrios colindantes, será la que “dé el resultado final de la avenida”, explicó Inés Rey, que ha enfatizado el proyecto como “una demanda histórica de la ciudad”.