Con varios meses de retraso, tras negar varias veces la mayor, asegurar que las quejas no eran ciertas y que obedecían a intereses políticos o presidir un Pleno extraordinario solicitado por el Partido Popular y en el que para vergüenza de muchos nada se decidió sobre el tema, Inés Rey vio la luz (no la de algunos contratos lumínicos sobre los que aún queda mucho por alumbrar) en una nublada mañana de diciembre, para asumir y reconocer que «hay una situación de inseguridad objetiva» en el barrio coruñés de Os Mallos.
La declaración de la alcaldesa de A Coruña llega tras una catarata de sucesos y la proliferación de video sobre incidentes en la populosa barriada. También después de que los incidentes se hayan extendido a otras barriadas. Rey, con todo, se refiere a Os Mallos, donde ahora, al fin, ha dejado de despreciar la opinión de unos ciudadanos que llevan meses de protestas sin haber obtenido una respuesta de su ayuntamiento. “Lo que le tengo que decir a los vecinos es que tienen razón”, apunta ahora la alcaldesa, que exige más seguridad. Cuando salieron a manifestarse más de un millar el pasado mes de septiembre, Inés Rey restó importancia a lo que allí sucedía. «A Coruña es una ciudad segura. Lo que pase en Os Mallos tiene un carácter puntual», afirmó. Poco después, Juan Ignacio Borrego, el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, vinculó el aumento de incidencias a los delitos telématicos. Y aludió a que presentaría un programa de policía comunitaria, con un objetivo más amplio. El edil Borrego explicó en una reunión en el centro cívico de la barriada que primero se haría un «diagnóstico» de la situación mediante las «aportaciones» que hagan las agrupaciones de vecinos y comerciantes.
Mientras Borrego encuentra el diagnóstico los delincuentes hicieron el suyo. Y la ola de Os Mallos ya afecta a bastantes puntos de la ciudad.
Ante la situación de precariedad y desorganización existente en la Policía Local, al mando de la que debería estar el ayuntamiento, Rey apunta que garantizar la seguridad en Os Mallos “es una cuestión de la Delegación del Gobierno”. Y ha pedido más efectivos de la Policía Nacional en la zona “para reprimir la violencia”. En septiembre, la alcaldesa todavía no había mirado hacia la Plaza de Ourense y aseguraba que en Os Mallos el Gobierno local ya ponía los medios necesarios para reforzar la presencia del 092. Ahora retoma su discurso más autoritario para «exigir» a la Policía Nacional que «se despliegue en Os Mallos».
La alcaldesa además pide “tolerancia cero” con la okupación, pues considera que “tiene que ser perseguida”. “Hay un problema evidente, no puedo negar que los vecinos estén preocupados”, explica Inés Rey, que insiste en que su labor es reclamar “a quien tiene las competencias que las ejerza” y explica que la Policía Local colabora en todos los dispositivos conjuntos.
En aquel pleno celebrado hace apenas un mes, el problema de la inseguridad en Os Mallos se rebajó poco menos que a categoría de anécdota. La edil de Podemos, Isabel Faraldo, habló de «percepción subxectiva». Francisco Jorquera, del BNG, habló de Bárcenas y la reforma de la sede del PP en Madrid y María García, portavoz de Marea Atlántica, también centró sus interevenciones en las corruptelas políticas más allá del Pasaxe. Se votó en contra de recuperar la policía de barrio, que por ejemplo ha empezado a funcionar en Ferrol, un concello con mayoría de izquierda. Mientras tanto los vecinos en A Coruña pedían soluciones. Todavía lo hacen.