Investida como vicepresidente primera de la Federación Española de Municipios y Provincia, a Inés Rey le empiezan a mostrar un curioso trayecto. El caso es que en el estreno de su nuevo cargo la alcaldesa de A Coruña se maneja con la osadía habitual y se anima a hablar de financiación. Lo hace, por ejemplo, en una entrevista concedida a La Voz de Galicia en la que clama por una definición de competencias respecto a otras administraciones y deja una perla que en las últimas horas tiene sumida en la perplejidad a tirios y troyanos: “Estamos supeditados a otras Administraciones, como puede ser la autonómica, que dispone de muchos más recursos que deja sin gastar y que no se transfieren a los ayuntamientos”, resuelve Rey.
El ayuntamiento de A Coruña ha dejado sin ejecutar en los primeros cuatro años de mandato de Inés Rey 180 millones de euros que había presupuestado para inversiones en los barrios. O lo que es igual: su ejecutivo fue incapaz de darle salida a un dinero destinado a mejorar la vida de vecinos y visitantes, un remanente millonario que se ha quedado en el cajón porque no es recuperable. Simplemente no se invirtió. Lo advierte el Partido Popular, pero lo advertía también Marea Atlántica cuando a finales del año pasado Iago Martínez, aquel concejal, reprochó que la ejecución del presupuesto de 243 millones de euros del que disponía (ahí se incluyen, por ejemplo, las nóminas de los trabajadores municipales) se situase en el 62,4%, mientras que la inversión alcanzaba un raquítico 17,4%, el porcentaje más bajo de la historia del ayuntamiento coruñés (o lo que es igual: el 82,6% se quedó sin gastar).
Rey ve la paja en el ojo ajeno, pero omite que, por ejemplo, entre 2016 y 2022, los gobiernos municipales de Marea y PSOE privaron a los coruñeses de más de 270 millones de euros destinados no sólo a inversiones para mejorar los barrios sino a crear bastantes puestos de trabajo directos. En ese tiempo las arcas municipales aumentaban sus ingresos en más de 11 millones de euros procedentes de impuestos.
Hay dinero, pero existe una incapacidad palmaria para sacar adelante las obras y servicios que se detallan en los presupuestos municipales. E Inés Rey prefiere mirar a los vecinos. Ahí los datos son tozudos: La ejecución presupuestaria de la Xunta alcanzó el 95% en 2022, según los datos publicados por la Consellería de Facenda en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el pasado 30 de junio.