Mientras Pedro Sánchez condona el pago de miles de millones para obtener réditos en forma de votos que propicien su investidura, en A Coruña se decide aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos. El gobierno de Inés Rey ha decidido meter mano en el bolsillo de los vecinos para abonar mediante sus aportaciones la pleitesía a Sánchez y ha decidido en una Junta de Gobierno celebrada este viernes por la mañana subir la mayor parte de impuestos que pagan todos los coruñeses. Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), impuesto de circulación, recibo de basura, de alcantarillado, licencias urbanísticas o impuesto de actividad económica (IAE) han subido una media del 3% que hay que añadir a un incremento similar establecido cuando Rey llegó a la alcaldía.
“Es momento de bajar impuestos, ni siquiera congelarlos, y mucho menos subirlos. Y es una vergüenza que lo hagan así. Hay que ayudar a los coruñeses, a las familias que lo están pasando mal, a los autónomos que tienen en riesgo sus negocios”, explica el portavoz del Partido Popular, Miguel Lorenzo. El BNG, que sostiene con sus votos el gobierno de Inés Rey, mira hacia otro lado.
Rey sube impuestos tras dos años sin aprobar un presupuesto municipal y con un grado de ejecución presupuestaria paupérrimo. “En el anterior mandato dejaron 180 millones de euros para inversiones en los barrios sin gastar y este año llevan otros 60 millones más para obras sin invertir”, explica Lorenzo, que advierte que su grupo se opondrá a la subida en el pleno municipal del próximo jueves.