Querían sacarla a la calle, pero no acaba de pisar los barrios Inés Rey, alcaldesa de A Coruña cada vez más opacada en las rúas y en los despachos. En las primeras no se le ve, esforzada en cumplir una agenda que la lleva de evento en evento y esquiva el mano a mano con la ciudadanía. En los despachos su dictado se pierde entre las entretelas de quienes se dedican a trabajar en posicionamientos políticos que poco tienen que ver con servir a los votantes que confiaron en ellos. En el ayuntamiento coruñés se han seguido con perplejidad como en las últimas semanas la prioridad de sus gobernantes se enfocaba hacia situaciones de partido más que de ciudad.
Mientras se aguardan noticias sobre si A Coruña tendrá presupuestos en 2022 y, sobre todo, cuando podrá empezar a emplearlos en ejecutar obras y proyectos estratégicos para la ciudad, Inés Rey le da la espalda a la calle, avivada además por un conflicto con la policía local que empieza a convertirle en desagradable cada salida. Las quejas de los trabajadores del 092 le llegan a la alcaldesa en vivo y en directo cuando acude a entrevistas a emisoras de radio o cuando se presenta en la sede de su partido. Las prevenciones llegan hasta el punto de que su presencia la pasada semana en la Domus demandó la presencia de tres vehículos de la policía local y dos de la nacional.
Una alcaldesa que se mueve fuertemente escoltada en su propia ciudad indica que algo está cortocircuitado. “Trabajaré para que este mandato municipal sea el de la amabilidad”, apuntó Inés Rey cuando tomó el bastón de mando de la alcaldía. Ahora protagoniza una ruptura interna en las filas de su propio partido, completamente fracturado en dos bandos, aparentemente irreconciliables, en A Coruña.
Cortado, además ,el canal de comunicación con la gente, el Concello explora nuevas vías y sorprende con iniciativas como la del pasado jueves, un video en el que Rey a las puertas del palacio municipal intentaba explicar en 25 segundos como su gobierno estaba empeñado en conseguir que la Casa Escariz pase a manos municipales. No faltó el lema populista de rigor_ “Lo que es de los coruñeses será de los coruñeses”. En realidad la reclamación de la propiedad de ese inmueble se inició poco antes de la entrada de Rey y su equipo en el ayuntamiento, sin que hubiese noticias de más movimientos hasta ahora.