La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, apunta que no se cierra a negociar con todos los concejales de la corporación los presupuestos municipales de 2023 y ha descartado vetar a las ediles no adscritas, si bien este veto es una condición del BNG para sentarse a hablar acerca de las cuentas. En el último Pleno el portavoz socialista José Manuel Lage Tuñas advirtió de que iba a iniciar los contactos con los diferentes grupos para intentar buscar el consenso y el apoyo en la aprobación de las cuentas para 2023. En los anteriores presupuestos el gobierno socialista sólo negoció con Marea Atlántica. Lage Tuñas lo justificó ante el nacionalista Francisco Jorquera por «unha cuestión aritmética».
La marcha de Claudia Delso (Marea Atlántica) y la entrada de Susana Soneira en la corporación municipal ha modificado las posibilidades de pactos, pues esta última ha optado por sumarse al grupo de concejalas no adscritas, donde está Isabel Faraldo, que también se había presentado por la Marea, y Mónica Martínez, que se presentó por Ciudadanos y ahora forma parte del Gobierno local aunque una sentencia recurrida anuló su nombramiento.
Con nueve ediles del PSdeG -Eva Martínez Acón con las competencias retiradas- y Mónica Martínez, el Gobierno local necesita apoyos para sumar los 14 votos de la mayoría absoluta en una corporación en la que también están Partido Popular, con nueve; Marea, ahora con cuatro; y BNG, con dos.
En rueda de prensa y preguntada por la condición impuesta por el BNG, que apuntó que solo negociaría los presupuestos si en las conversaciones no se incluyen las concejalas no adscritas, Inés Rey ha descartado esta posibilidad. «El Gobierno local llegó con la premisa del diálogo, que hemos mantenido y seguiremos manteniendo», ha manifestado. La alcaldesa ha asegurado que cuando mira a los concejales no ve a sus grupos, sino a la ciudadanía de A Coruña. «Vamos a seguir hablando con todos. Si hay alguna fuerza política que quiere poner vetos, líneas rojas o instalarse en el no, lo tendrán que explicar ellos», concluyó.