Tan enfrentados como para no querer verse en las reuniones cara a cara y enconados como para celebrar el mínimo rendimiento de un afín como un gol en la final de la Copa del Mundo, los socialistas gallegos regresan del congreso federal de Valencia más fracturados que antes del desplazamiento.
Este lunes el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha vuelto a reivindicar que estuvo alineado con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, hace cuatro años en las primarias en las que se impuso a Susana Díaz cuando «hubo baronías» en Galicia que «intentaron decapitar» al ahora presidente del Gobierno. Habla, por supuesto, de Valentín González Formoso y sobre todo de José Manuel Lage Tuñas, portavoz del partido en el ayuntamiento de A Coruña, cuya alcaldesa, Inés Rey, celebró este lunes su presencia en el Comité Federal del PSOE, abrazada al sanchizmo que intentó laminar cuando dio su furibundo apoyo a Susana Díaz. «Es un honor y un orgullo estar en el Comité Federal. Estoy muy emocionada y creo que la dirección federal está a disposición de continuar avanzando en esas políticas progresistas y en continuar dando soporte a un Gobierno progresista liderado por Pedro Sánchez».
Inés Rey fue una de las coordinadoras de la campaña de Susana Díaz en Galicia para recabar apoyos y convertirse en la secretaria general del partido que impidiese el ascenso de Pedro Sánchez. Entonces lo tenía claro, o al menos eso parecía en un breve cuestionario que contestó a La Voz de Galicia en mayo de 2017. «Si gana Pedro Sánchez no nos recuperaremos electoralmente en mucho tiempo, nos alejaremos de cualquier posibilidad de gobernar», auguraba la ahora flamante integrante del Comité Federal, que en 2021 luce encantada de formar parte con Sánchez de «un proyecto compartido de futuro». Rey explicaba entonces que el PSOE no debía ser «la muleta de Podemos». «Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros». La frase es de Marx, Groucho, no Karl.
Caballero poco se ha movido, pero en todos los sentidos. Cada día que pasa, el portavoz de la tercera fuerza política del Parlamento gallego parece más complicado que pueda retener su liderazgo al frente del partido. Al menos Valentín, Lage e Inés han regresado de Valencia exultantes y tan fortalecidos como para obviar las convocatorias de una reunión de los socialistas gallegos en la capital levantina. Montaron la suya propia a la misma hora, con mayoría coruñesa. Claro, que Galicia tiene cuatro provincias y muchas sensibilidades a las que atender.