Muchos de los quinientos militantes que aún conserva la Agrupación Socialista Coruñesa todavía no dan crédito al mensaje que desde comienzos de semana suena en sus WhatsApp y en su Facebook: el exalcalde Javier Losada, el mismo al que una reciente encuesta coloca como el peor regidor de A Coruña, con apenas un 1% de los votos, se hace un auto homenaje en la sede del partido en Zalaeta, que todavía no ha sido embargada a pesar de los presuntos problemas de pago de una parte de los cargos electos del partido. Porque, conviene recordar que la secretaria general, Eva Martínez Acón, acusó directamente a la alcaldesa, Inés Rey, a su más que mano derecha José Manuel Lage Tuñas y a varios concejales de no cumplir con el pago de las cuotas pendientes.
La indignación en la militancia es máxima. En la sede de la Agrupación Socialista Coruñesa no se ha discutido ni el cese como concejal de la propia Eva Acón, ni el pacto con Ciudadanos para la incorporación de Mónica Martínez al gobierno local, ni los presuntos impagos de Lage Rey y los concejales, ni la política de alianzas… Nada de nada se ha abordado en Zalaeta.
Las miradas sobre la organización del evento recaen en Pilar López Riobóo, todavía subdelegada del Gobierno, nombrada por Losada, hasta que se jubile el próximo verano al cumplir la edad reglamentada.
El acto, que contará con aforo limitado para cumplir con las condiciones sanitarias propias de la pandemia, pretende constituir un homenaje al supuesto compromiso político de Javier Losada, tras ser fulminado de su cargo como delegado del Gobierno hace escasas semanas para ser reemplazado por José Miñones.
Losada no se resiste a cerrar su página política, a pesar de que buena parte de sus compañeros le consideran un perdedor. Dilapidó el caudal del vazquismo, primero perdiendo la mayoría absoluta y pactando con el BNG (2007) y luego sufriendo una cruel derrota ante el popular Carlos Negreira.
Los contactos políticos de Carmen Marón y su habilidad para manejarse en los pasillos le permitió regresar a la primera línea en la Delegación del Gobierno en Galicia, donde ha desempeñado un cuestionable papel en el que se limitó a repicar los mensajes de Moncloa sin atender a los agravios a Galicia de los últimos años.
Losada apenas cuenta con un puñado de fieles, que como López Riobóo, se encuentran jubilados o al borde de pasar a la reserva. También un par o tres de colaboradores que buscan recolocarse con los nuevos tiempos políticos que se avecinan. Por eso, la foto de este jueves en Zalaeta mostrará el pasado y el futuro de la política coruñesa. Aunque Javier Losada se resista a desaparecer de la escena política.