Apenas 24 horas ha tardado el PSOE en sustituir a José Miñones como Delegado del Gobierno en Galicia. Tras la salida del exalcalde de Ames, ahora ministro de Sanidad, Pedro Sánchez ha aprovechado la vacante para completar el regreso a escena de Gómez Besteiro, que asume desde hoy el cargo de Delegado del Gobierno en Galicia después del anuncio oficial de la ministra de Política Territorial y portavoz Isabel Rodríguez.
Hace meses que la cúpula socialista buscaba la fórmula para devolver a la primera línea al que en su día fuera líder del PSdeG, pero que tuvo que abandonar la política por las seis imputaciones enmarcadas en la Operación Pulpo. Una vez archivadas todas ellas, su regreso era cuestión de tiempo.
Y es que este movimiento supone mucho más que el simple nombramiento de Besteiro como nuevo Delegado del Gobierno en Galicia. Es también el inicio de un posicionamiento que puede acabar cristalizando en su candidatura a la Xunta para las próximas autonómicas.
Porque el PSdeG es ahora mismo una patata caliente donde las crisis internas están a la orden del día y hay una falta de liderazgo patente. En el momento en el que Besteiro quedó libre de las imputaciones, a varios de los hombres fuertes del grupo les faltó tiempo para reclamar su vuelta: “Cuando tienes a Messi hay que ponerlo a jugar”, señalaba Lage Tuñas.
En esa línea fue Valentín González Formoso, también en diciembre, cuando aseguró que no tenía ningún tipo de intención de disputarle la carrera hacia la presidencia de Galicia “por justicia y por lealtad”. Desde entonces, Formoso anunció que se presenta a las elecciones a la alcaldía de As Pontes en el próximo mes de mayo, pero siguió dejando en el aire su decisión en lo que se refiere a la Xunta.