Galicia tenía un total de 504 oficinas bancarias al cierre de 2020, lo que supone 91 menos que en 2019, según datos del anuario estadístico de 2020 elaborado por la Asociación Española de Banca (AEB). En ese tiempo en el que el promedio fue de un cierre de una sucursal bancaria cada cuatro días, el sector destruyó 251 empleos.
Cada oficina bancaria gallega da servicio a 5.359 habitantes, lo que supone que, tras los cierres, ahora cada oficina se ocupe de media de 936 personas más que el año anterior, cuando la cifra era de 4.423 personas por sucursal.
Según este estudio publicado este jueves, la media española se sitúa en 5.660 habitantes por oficina, 546 más que en 2019 -crecimiento menor que el caso gallego-. Esta cifra es superior en la provincia de Pontevedra (6.285 habitantes). Por debajo están el resto de provincias gallegas: Ourense (5.458), A Coruña (4.882) y Lugo (4.811).
Por otra parte, la cantidad en depósito en entidades en Galicia aumenta en 2020 hasta los 32.175 millones de euros (eran 31.219 millones un año antes). Los créditos también ascienden a 21.123 millones (20.238 millones en 2019).