El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha apelado este domingo al trabajo de los suyos en un año “clave” para la renovación del los cuadros orgánicos del partido, y ha puesto como ejemplo “de lo que no hay que hacer” las tensiones internas y la “campaña sucia” del PSdeG, que “hace mucho que dejó de ser un partido de Galicia, y es una sucursal del partido de Sánchez”.
Así lo ha afirmado durante su intervención en el acto de inicio del curso político que el PP ha celebrado, con la presencia del presidente nacional del partido, Pablo Casado, en la Carballeira de San Xusto, en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra).
Núñez Feijóo ha tenido palabras especialmente críticas con el PSdeG, y ha afirmado que son “un ejemplo perfecto de lo que no hay que hacer” porque “están en plena campaña sucia de lo que no debe ser la política”, con “artículos incendiarios” o “conspiraciones permanentes en privado y en público”; mientras, sobre el BNG, ha añadido que es ahora “más radical que nunca”. En todo caso, ha subrayado que al PP “no le estimulan los problemas de los demás, sino ser útiles a la gente”.
Mientras tanto, el líder socialista Gonzalo Caballero se maneja en una posición cada vez más precaria. Este fin de semana ha lanzado una batería de entrevistas y apariciones públicas en las que se esfuerza en apuntalarse. “Vou ofrecer integración e unidade a todos porque nestes intres xogámonos o reto das eleccións xerais e municipais de 2023”, explica en una entrevista publicada en El Correo Gallego, en la que se esfuerza por explicar que su relación con Pedro Sánchez es óptima al tiempo que intenta marcar territorio: “O noso partido é o da militancia e só á militancia do PSdeG lle corresponde decidir o futuro do partido. Sinto que a militancia recoñece o traballo que fago e síntome moi acompañado polas bases. Cantas máis zancadillas e maniobras de jaque á dirección aparecen, máis apoio teño da militancia”.
Caballero apunta también a “oposición de despacho”: “Xa as vivimos contra Pedro Sánchez logo duns resultados electorais moi adversos nas xerais e que supuxeron unha quebra dentro da organización”, recuerda el dirigente del PSdeG, que en otra entrevista concedida a Atlántico Diario se pone firme: “No soy la marioneta de nadie. Nunca he sido un hombre de trapo, siempre he tenido criterio, posición y opinión política”.