El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha despedido del Parlamento gallego y ha confirmado que dimitirá esta semana. Al concluir la sesión de control en el Parlamento autonómico ha pedido unos instantes para decir adiós y ha agradecido el trato de todos los diputados y ha mostrado su «compromiso» con los gallegos y les ha pedido a todos los parlamentarios, especialmente a los que tienen responsabilidades de gobierno, que su único objetivo sea defender lo intereses de Galicia.
«En estas bancadas he sido muy feliz para defender los intereses de los gallegos»», ha señalado Núñez Feijóo, que ha pedido «sinceras» disculpas por los errores que hubiese podido cometer, «más de los que me gustaría», ha dicho; y también por las «expresiones» que no gustasen o pareciesen excesivas a los miembros de la oposición.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha transmitido al aún presidente gallego su «respeto institucional» como jefe del Ejecutivo autonómico y le ha deseado «lo mejor en lo personal» y mucha suerte en sus nuevas atribuciones; aunque «no así en lo político», ha añadido. Al final de la sesión, tanto Ana Pontón como el portavoz socialista Luis Álvarez se acercaron al escaño de Núñez Feijóo a despedirse.
El aún presidente gallego ha insistido en su agradecimiento a toda la Cámara y se ha acordado de los «diecisiete portavoces» de los distintos partidos con los que ha debatido en el Parlamento autonómico desde 2006 como jefe de la oposición y desde 2009 como presidente gallego.
En su intervención se ha felicitado de haber ganado «limpiamente» las elecciones en cuatro ocasiones y de haber sido elegido, al igual que todos los parlamentarios de cualquier grupo, «con los votos de los votos de las urnas», como sucede en las democracias en las que ha dicho creer. Ha defendido además «los aciertos de la sociedad gallega» durante su gestión, no los del Gobierno, ni los del PPdeG, ni los del grupo parlamentario que lo apoyan, tanto en la pandemia, como en la crisis económica y financiera; así como en educación o sanidad.
Durante la sesión de control, centrada en la inflación y el plan fiscal del PP, tanto Ana Pontón como Luís Álvarez han coincidido en asegurar que el balance de los trece años de Núñez Feijóo se reducen a una Galicia en una situación «peor» que la que encontró en 2009, más pequeña, con menos población, con menos ocupados y con recortes en los servicios públicos, han afirmado. Este análisis ha sido rechazado por el presidente gallego, que ha destacado una bajada del tramo autonómico del IRPF del 22 % a las rentas bajas durante sus trece años, además de otras rebajas fiscales que ha cifrado en 1.200 millones de euros en este periodo.
Núñez Feijóo ha atacado a la formación socialista por haber dejado de ser un partido de estado y por haber dejado de defender los intereses de Galicia, ha asegurado; y al BNG por tener como «único proyecto desgastar a la Xunta, salvo que gobiernen ellos».
En la sesión de control, además, Núñez Feijóo ha evitado aclarar si su partido apoyará mañana en el Congreso el real decreto de medidas para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania, aunque ha considerado que el PSOE «se equivoca de aliados parlamentarios» si quiere hablar con ERC o Bildu.
En cambio, sí que ha aludido al acuerdo alcanzado ayer por España y Portugal con la Comisión Europea para abaratar durante un año el precio del gas utilizado para generar electricidad.
«Vamos a estudiar el acuerdo, a ver quién paga los 5.000 millones de euros, no vaya a ser que paguen aquellos que tenían contratada la electricidad a precios bajos y ahora se la vamos a subir, porque haríamos el ridículo europeo», ha advertido.
También ha reiterado su petición de que el Gobierno destine los 7.500 millones de euros que ha recaudado adicionalmente en impuestos durante los dos primeros meses del año para paliar la situación de las rentas medias y bajas a través de una rebaja impositiva.