A Coruña ya hace tiempo que ha dejado de ser una ciudad segura y los datos del Ministerio del Interior lo confirman. Los hurtos en la ciudad se han disparado durante el primer semestre del año 2022 y aumentaron un 37,5% para llegar a una cifra total de 2.230. O lo que es igual: cada mes se denuncian, de media, algo más de 370 hurtos en A Coruña. La cifra se engrosa si se consideran los robos con fuerza. En ese apartado, los que se cometieron en domicilios aumentaron también en un 33,3% en lo que va de ejercicio. El incremento también es grosero en los robos con fuerza en domicilios o establecimientos: aumentaron un 44,9% al pasar de 156 a 226.
El total de las infracciones penales registradas en A Coruña la primera mitad de 2022 fue de 6.819, un 26,5% más que en los mismos meses del año pasado. Por ejemplo, en 2019, antes de la pandemia el total anual fue de 10.384 delitos. Parece evidente que se va a superar ese triste dato.
Mientras tanto, el Ayuntamiento es incapaz de engordar las filas de la Policía Local, cuyo plantel está en mínimos históricos, con una oferta de empleo que no llega para cubrir las bajas por jubilación. Además, la coordinación con la Policía Nacional brilla por su ausencia. Y las alarmas ya suenan desde hace tiempo en María Pita sin un Plan de Seguridad actualizado a pesar de que en septiembre de 2021 el concejal Juan Ignacio Borrego anunció en Os Mallos que habría incluso planes de seguridad específicos para cada barrio de la ciudad e Inés Rey confirmó, semanas después, que el Plan de Seguridad Ciudadana, que data de 2012, se actualizaría y se adaptaría a las necesidades actuales.
“No trasladamos ni obviamos los problemas, les hacemos frente. Queremos que A Coruña siga siendo una ciudad tranquila y por eso quería evaluar con el delegado del Gobierno las medidas que se están poniendo en marcha para garantizar la coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad, la prevención de delitos y la actuación en caso de que se produzcan”, explicó la alcaldesa en el mes de octubre del año pasado. Pero por ahora nada se ha hecho y las cifras de delitos no dejan de crecer.