Hace quince años un mínimo de diez coches patrulla de la Policía Nacional patrullaban al mismo tiempo las calles de la ciudad. En la actualidad hay turnos en los que apenas hay dos y como mucho se disparan en momentos puntuales a cinco, la mitad que antaño. La capacidad operativa es limitada y se ha dado el caso de agentes que estaban procediendo a identificar a personas que acababan de cometer un pequeño delito y que tuvieron que dejarlas marchar ante el requerimiento para atender a otro suceso.
Cuatro sindicatos de la Policía Nacional emitieron esta semana un comunicado en el que piden una reflexión porque según apuntan, “la delincuencia y la inseguridad ciudadana no paran de aumentar”. En la misiva, los policías piden una reflexión a sus responsables y “cambios en la cambios en la estructura de la organización que beneficien el fin último de la función policial, que no es otra que trabajar por la seguridad ciudadana”.
A Coruña dispone desde el pasado lunes y durante al menos dos semanas de 50 polícias nacionales menos, desplazados a Melilla. Los recortes de personal han llegado también a la Policía Judicial, encargada de investigar delitos y recopilar pruebas. “Galicia está entre las seis comunidades de España más seguras. Si descartamos la parte de la ciberdelincuencia, estaríamos hablando de un aumento muchísimo menor”, insiete el delegado del Gobierno, José Miñones.
El panorama desolador se completa con la situación de la Policía Local, donde su Asociación Profesional apunta que necesitarían al menos 100 policías locales en la plantilla. Además en los dos próximos años se van a jubilar 70 agentes y en los últimos 25 mese sólo se han producido siete incorporaciones.
En A Coruña se denunciaron 9.817 delitos en los primeros nueve meses del año 2022, dato que supone un incremento del 12,7% respecto a ese tiempo en el año anterior. Mientras tanto, Inés Rey le pide al delegado del Gobierno, de su propio color político, a través de twitter que resuelva el problema.