El estado de conflicto permanente en el que vive el PSdeG desde hace más de una década no es una sorpresa para nadie. Sí lo es que, sin una fecha a la vista para el congreso en el que se deberá votar el liderazgo del partido en Galicia, los dos principales bandos en conflicto no oculten sus diferencias y hagan visibles sus peleas para marcar el territorio.
Hace un par de semanas se produjo el relevo por sorpresa del delegado del Gobierno en Galicia con la llegada de José Miñones, avalado por el aparato de Ferraz. Esa designación sorprendió a los dos bandos, el liderado por Gonzalo Caballero y el que comanda la Agrupación Provincial Coruñesa, con Valentín González Formoso como cabeza de cartel y José Manuel Lage Tuñas en la sala de maniobras.
Pero ambos bandos han llegado a la misma conclusión: Miñones no tiene peso ni respaldo alguno para ser decisivo en Galicia y su papel se limitará al de informar con detalle a José Luis Ábalos, su verdadero padrino en este movimiento, y a quien proceda de Ferraz, del estado de la cuestión en Galicia.
Comprobada esa falta de peso de Miñones, los dos bandos en liza han retomado las hostilidades con otra escaramuza. Si el pasado otoño se produjo el relevo de Eva Martínez Acón, una de las pocas gonzalistas de Galicia, como concejala en A Coruña, por reclamar a varios ediles socialistas el pago de las cuotas pendientes del partido con el aval de la dirección autonómica, esta vez el nuevo campo de batalla se ha trasladado a Oroso.
Una vez confirmada la noticia adelantada por diSínoticias del relevo del alcalde, Manuel Mirás, y su intención de completar su trayectoria política en el Senado, el secretario de Organización del PSdeG, José Antonio Quiroga, uno de los más cercanos a Gonzalo Caballero, ha acusado a la dirección provincial del partido en A Coruña de intentar “hacer dimitir a un senador” de la provincia, en referencia al exedil de Betanzos Antonio Vázquez, y ha apelado a la “ejemplaridad y transparencia” del partido. Quiroga
En las pasadas elecciones generales, el aún regidor de Oroso, próximo a la dirección provincial coruñesa, concurrió en las listas a la Cámara Alta como sustituto del exedil de Betanzos Antonio Vázquez, quien actualmente ejerce como senador por la provincia coruñesa.
Quiroga se ha desatado en unas declaraciones que recoge Europa Press y asegura que debe respetarse el período de mandato de los diputados y senadores elegidos en las urnas, y que cualquier situación “extraordinaria” debería ser tratada en los órganos nacionales y federales. Además, muestra “todo el respeto y valoración” hacia quienes concurrieron en las listas de las elecciones generales, tanto por los titulares como por los suplentes, pero advierte de que “no se puede presionar a ningún cargo público para que renuncie y colocar a otro compañero”.
Quiroga, que destaca que el senador de Betanzos está haciendo “un gran trabajo” en la Cámara Alta y que “nadie en la organización cuestiona su compromiso y buen hacer”, asegura que “ni la dirección gallega ni la dirección federal ni el grupo socialista en el Senado están detrás de esa operación” y quiso mandar un mensaje claro al sector crítico con el gonzalismo en el sentido de que el PSOE es un partido que “respeta las listas con las que concurre a las elecciones” y esas “maniobras” no son ejemplares, sobre todo “si ponen intereses particulares por encima del proyecto colectivo”.
Mientras, el entorno de Valentín González Formoso y Lage Tuñas prefiere guardar silencio. Pero la batalla no ha hecho más que comenzar ante la perspectiva de un otoño caliente.