El pasado 11 de mayo, y tras más de un año intentando que les recibiesen, los representantes de la Federación de Padres de Alumnos de colegios concertados y privados de A Coruña (FAPA) se reunieron con un integrante del equipo de gobierno municipal. Fue el edil Jesús Celemín con quien se encontraron para realizarle una serie de planteamientos que partieron de la base de que jamás habían rechazado un convenio con el ayuntamiento porque jamás recibieron una propuesta.
Celemín había explicado lo contrario en un Pleno, pero la reunión sirvió para aclarar el embrollo y orientar esfuerzos hacia lo verdaderamente esencial: las familias que se sienten discriminadas por haber elegido para sus hijos (más del 50% del alumnado en A Coruña y una representatividad de 19 asociaciones de padres y madres) un colegio concertado o privado y que tienen que sufragar, por ejemplo, las actividade extraescolares para la que el Concello ofrece ayudas en centros públicos.
Cinco meses después ese canal de comunicación que parecía tendido con el Concello no ha vuelto emitir noticias. Así que la FAPA ha remitido una misiva por registro a la alcaldesa Inés Rey en la que se resume una situación sobre la que conviene informarse antes de caer en demagogias. El contenido de la carta se resume en los siguientes puntos.
- En la enseñanza concertada y privada se escolarizan a alumnos de toda condición social y económica, además de atender un porcentaje significativo de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo y familias en riesgo de exclusión social. El propio ayuntamiento concede becas comedor a alumnos de centros concertados atendiendo al nivel de ingresos de la unidad familiar. Familias con una situación económica, social y familiar similares a las que se pueden encontrar entre las familias que acuden a los colegios de titularidad pública de la ciudad.
- Los alumnos de los centros concertados y privados de A Coruña no se pueden acoger a subvenciones del ayuntamiento para actividades extraescolares o transporte escolar, ofrecidas a los alumnos de la red pública. “No creemos que nuestros hijos sean diferentes de los que van a un colegio público”, matizan desde la FAPA, antes de explicarle a la alcaldesa: “A nuestro entender, son las propias administraciones las que establecen una desigualdad arbitraria entre las familias y el alumnado, al potenciar y apoyar determinadas opciones frente a otras. Lamentablemente esta realidad está ocurriendo con el ayuntamiento que preside, a pesar que todas las familias aportamos y contribuimos con nuestros impuestos al sostenimiento de las arcas municipales, con los que se configuran los presupuestos anuales”.
- LA FAPA presentó alegaciones al presupuesto municipal aprobado inicialmente en sesión extraordinaria celebrada el 9 de enero de 2020, siendo publicado el acuerdo en el Boletín Oficial de la Provincia el 13 de enero. Reclamaba un trato igualitario respecto a los convenios, dotados de generosos fondos, que el ayuntamiento tiene suscritos con la federación de AMPAs de centros públicos. Uno para la realización de «actividades educativas, culturales, deportivas y de juventud, y otro para «mantenimiento de la entidad, gastos de personal y actividades formativas». La suma de ambos convenios asciende a 404.000 euros de los fondos municipales. Las alegaciones fueron desestimadas por el gobierno municipal que preside Inés Rey.
- En el pleno celebrado el pasado 24 de febrero, no se admitieron a votación enmiendas para mejorar o incluir nuevos convenios nominativos para entidades sociales, educativas, deportivas o culturales de la ciudad, entre otras. Cuestión que la justicia censuró al considerar que existió una clara vulneración del derecho fundamental a la participación en los asuntos públicos. Una de las enmiendas que no se permitió votar, presentada por el Partido Popular, solicitaba un convenio nominativo por importe de 20.000 euros para el funcionamiento, organización y contratación de personal administrativo para la Federación de Padres de Alumnos de colegios concertados y privados de A Coruña. En ese pleno se aprobaron nuevos convenios, como por ejemplo, para el sindicato UGT con un importe de 30.000 euros.
- En la reunión con Celemín, la principal petición que presentó la FAPA fue la necesidad de establecer un convenio o una línea de ayudas para subvencionar las actividades extraescolares del alumnado. “Muchos niños y niñas de nuestros colegios no pueden participar con el resto de sus compañeros de las actividades extraescolares, organizadas por el centro o directamente por las AMPA, debido a la situación económica familiar. La delicada situación económica que estamos atravesando afecta al conjunto de la sociedad, afecta a todas las familias sin distinguir en que colegio tienen escolarizados sus hijos”, le apunta la FAPA en su carta a Inés Rey.
- El concejal Celemín se había comprometió a estudiar las distintas posibilidades que pudieran existir para dar respuesta a esa reclamación. Y aseguró que ambas partes mantendrían una nueva reunión antes de final de curso (22 de junio pasado), bien en su concejalía o nuevamente en la sede de FAPA. En ella respondería a esa petición. Hasta el momento, la callada por respuesta. En la carta que ha recibido la alcaldesa le reprochan ese gesto. “Entendemos que cuando un cargo público se compromete a ofrecer una respuesta, sea un ciudadano o una entidad, lo mínimo que se puede esperar es que cumpla con el compromiso adquirido»
Desde la FAPA consideran que no hay interés del gobierno de Inés Rey por mantener un diálogo fluido con 19 asociaciones de padres y madres de alumnos de la ciudad para mejorar las condiciones en las que se educan los chicos y chicas. “Llueve sobre mojado, señora alcaldesa”, le apuntan en una carta en la que lamentan que “está muy bien expresar en privado el apoyo de este gobierno al modelo educativo concertado, pero a la hora de la verdad, el tiempo y los hechos vienen a demostrar todo lo contrario”.