El 30 de diciembre de 2022 Inés Rey culminó uno de los grandes hitos de su primer mandato. Ni el temporal frenó a la alcaldesa empeñada como estaba en que el obelisco Millenium volviese a tener luz. Atrás había quedado el denodado empeño por dotar de nuevo a la ciudad de ese brillo. “No podemos encenderlo porque Naturgy no nos da la luz”, clamó Rey en uno de los momentos de mayor desesperación en los que incluso reveló que el concejal Francisco Dinís Díaz Gallego llamaba “diariamente” a la sede de Naturgy en Madrid para que le diesen “al botón”.
El Millenium se encendió, pero bajo el oropel estaba la porquería. Y ahí sigue. Los bajos en los que se iba a ubicar un establecimiento hostelero están abandonados y acumulan desechos. Juan Diaz Villoslada, el primer concejal de Urbanismo a las órdenes de Inés Rey y Lage Tuñas, anunció en su día que en el primer semestre de 2020 se iba a tapiar la zona “para garantizar su seguridad”. Poco antes de que se prendiese la luz, en la primera semana de diciembre de 2022 se sellaron algunas estancias de los bajos. Una alambrada oxidada y llena de agujeros jalona el escenario, La ordenó instalar el concejal mareante Xiao Varela poco antes de dejar el gobierno local.
El Millenium brilla y la mugre también sigue ahí, casi 22 años después de que el pleno del Ayuntamiento aprobase una propuesta para convocar el concurso público que iba a adjudicar la gestión del restaurante, cafetería y sala de exposiciones que ocuparían los 280 metros cuadrados del local situado bajo el obelisco.
“A recuperación do Millenium exemplifica a recuperación do orgullo de cidade”, explicaba Inés Rey en diciembre de 2022.