La imagen circula por todas partes, se ha convertido en viral. Es la llegada de Pedro Sánchez a Alvedro, aeropuerto dejado de la mano de Dios por los que mandan, en el que no cesa de caer el número de usuarios, pero por cuya pista circularon el pasado miércoles hasta 20 vehículos de todo tipo y condición como parte del séquito que trasladó desde el avión a la ciudad, sin pasar por la terminal, a Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno llegó a A Coruña a bordo de una pomposa caravana que le trasladó hasta el pie del ayuntamiento de A Coruña, donde estaba programado un besamanos al que acudieron todos los portavoces de los grupos políticos municipales. Allí acudieron todos menos Miguel Lorenzo, que se encontraba en Madrid, donde había pleno del Senado.
Sánchez tomó la ciudad, generosamente entregada por Inés Rey a cambio de unas fotiños. Pero la alcaldesa no salió en todas, por ejemplo en otra imagen que queda para el recuerdo y para confirmar que cierta clase política se maneja en una burbuja: la de Sánchez y Scholz paseando por una dársena cerrada a cal y canto para ellos. A Coruña como escenario mientras la gente aguardaba en sus casas a que pasase el chaparrón de la Cumbre.
Mientras tanto, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha destacado el “éxito” de la cumbre hispano-alemana y la ausencia de incidentes en un encuentro de “calado político internacional”. De él, ha dicho que ha posicionado a la urbe coruñesa en eventos de este tipo y no solo vinculados al ocio o a congresos. También ha felicitado al dispositivo de seguridad, conformado por más de 400 agentes.
Por su parte, el secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, ha criticado la ausencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en la cumbre hispano-alemana a la que estaba invitado. Así, ha advertido de que se trata de una “falta de respeto a los gallegos”. El dirigente socialista ha calificado de “fecha histórica” para Galicia la jornada de este miércoles 5 de octubre, ya que tuvo “el honor” de acoger un evento de tal magnitud.