“La transformación en el entorno de San Agustín es radical”, explicó el edil Francisco Dinís Díaz Gallego a través de twitter, su medio favorito para relacionarse con los ciudadanos de A Coruña. El hombre acude a los espacios en obras que promueve su concejalía en momentos de escaso trajín y dispara fotografías que muestra, casi de manera compulsiva, en la red social. En San Agustín las reformas comenzaron en el verano de 2021 y se anunció que todo acabaría en mayo. Ahora al fin se ve el epílogo tras innumerables prórrogas.
El objetivo del ayuntamiento era que los espacios peatonales ganasen terreno a los que ocupaban los vehículos, pero bastante usuarios del Mercado de San Agustín ya han alertado sobre los problemas con los que se encuentran no ya los usuarios de la plaza sino, sobre todo los trabajadores. Las zonas de carga y descarga son exiguas, la disposición del mobiliario urbano ofrece severas dificultades a la hora de la circulación o el estacionamiento. En cuanto a belleza las opiniones son encontradas: el entorno de San Agustín es ahora una suerte de erial pavimentado. Los nuevos bancos con aristas y vértices groseros se apuntan, aún más que en la Plaza de Lugo, peligrosos para peatones en caso de caídas accidentales y para los coches que se exponen a abolladuras al pasar cerca de ellos. El panorama se completa con las escaleras mecánicas más tiempo inoperativas que en servicio.
“Radical é. Discutible é si responde ás necesidades da operatividad e do mercado. As fotos de domingo pola mañan có mercado sin actividade son ben diferentes á realidade é rutinas diarias. Parece difícil desenvolver a actividade sin este autoxestionado caos perigoso para o peón”, responde Pedro, un usuario de twitter que aporta diversas imágenes con camiones que trabajan en la carga y descarga de material en la zona y a los que no les queda más remedio que invadir espacios reservados para unos peatones que no se ven por ningún lado.
Las plazas de aparcamiento en la zona han pasado de 72 a menos de 30. El viejo proyecto planteado años atrás que proponía abrir la Plaza de San Agustín hacia Panaderas, para que la conexión hiciese además más sencillo que los usuarios del mercado empleasen el parking del Papagayo, ha quedado guardado en un cajón. Mientras tanto, Dinís sigue haciendo fotos y pidiendo por twitter que todas las conclusiones se extraigan cuando las obras estén acabadas.