Aunque finalmente se quedó en un susto e importantes daños materiales en varios vehículos, a última hora del martes pudo haber una tragedia en Os Mallos. Los vecinos salieron a la ventana sobresaltados por un fuerte estruendo para comprobar cómo la cornisa de un edificio se había desprendido y había caído sobre la calle San Vicente y su acera.
Al lugar tuvieron que acudir los bomberos para retirar los cascotes y también para comprobar que el resto de la fachada del inmueble no fuera a desprenderse próximamente. Todo ello antes de notificar la incidencia al servicio de urbanismo.
Quizá así, con una notificación por parte del cuerpo de bomberos, se trata de poner solución a un problema que es más habitual de lo que parece por toda la ciudad. Hay numerosos edificios en ruinas por los diferentes barrios que suponen un peligro para los vecinos en ruinas. En algunos casos problemas de higiene y salubridad, en zonas que acaban convirtiéndose en vertederos, y en otros casos, como este, en verdaderas amenazas para la integridad física.
Concretamente con este edificio de la zona de Os Mallos, este tipo de suceso “se veía venir”, apunta Ángel, un vecino que reside en esa calle, en Radio Voz. “Por Fortuna, por las horas a las que fue (pasadas las 22.30 horas), no hubo que lamentar daños personales. El edificio lleva muchos años en estado de abandono total y nadie se ocupa de él. Estuvo okupado y ahora tapiado, pero las estructuras exteriores tienen deterioros visibles. Cuando llueve se ve caer arenilla y la gente no es consciente del peligro que supone pasar por ahí”.