Pocas sorpresas dejó el debate electoral de la CRTVG entre los candidatos a las elecciones a la Xunta de Galicia del próximo 18 de febrero. El intercambio sirvió para escenificar delante de las cámaras el duelo entre Alfonso Rueda y Ana Pontón en el día que el CIS publicó un nuevo sondeo que insiste en poner en duda la mayoría abosluta del Partido Popular y mantiene el crecimiento del BNG.
Fueron sobre dos horas y media de debate en las que el actual presidente señaló la experiencia y trayectoria del PP en la Xunta como mejor aval para pedir la confianza de los gallegos, mientras que el resto de participantes centraron sus críticas en el propio Rueda y evitaron cualquier tipo de confrontación entre ellos.
El debate transcurrió en un tono por lo general moderado, aunque se elevó cuando se puso sobre la mesa el tema del terrorismo. Rueda acusó a Pontón de manifestarse para “pedir la liberación de presos etarras que asesinaron a gallegos”, a lo que la candidata nacionalista respondió con rotundidad: “El BNG estuvo, está y estará siempre en contra de ETA”.
Este primer choque dio paso al de la cuestión lingüística, con Pontón reprobando al presidente de la Xunta “estar en contra del gallego” y este lamentando que el Bloque quiera imponer el “monolingüismo”.
Besteiro, eclipsado
En un día que debía suponer un empujón para Besteiro y el PSOE – el CIS confirmó su tendencia a la baja – Besteiro apenas tuvo incidencia en el debate y quedó eclipsado por los otros dos principales candidatos. Su única aparición relevante fue para poner sobre la mesa una de las pocas medidas novedosas que dejó la noche, el compromiso de que la AP-9 y la AP-53 pasen a ser gratuitas.
Completaron el único debate a cinco que se espera durante la campaña Marta Lois, de Sumar, e Isabel Faraldo, de Podemos, ambas más centradas en la agenda estatal y tratar de establecer paralelismos con las elecciones generales.