Apurado como está por hacer obras que suban el pírrico porcentaje de ejecución de este mandato (dos de cada tres euros destinados a inversiones en la ciudad están en el cajón), el gobierno local de A Coruña se emplea en llenar de barricadas las calles. Pero las prisas y la imprevisión pasan factura. Cada semana hay un nuevo disparate, el último se produce estos días en uno de los principales nodos circulatorios de la ciudad, frente a la Casa del Mar, donde el atasco se ha instalado entre la desesperación de vecinos y transeúntes. Una vez más todo se ha puesto en marcha sin un estudio previo de afección del tránsito en la zona y sin que los miles de conductores afectados sepan o se les informe de alternativas para no caer en esa trampa.
Este lunes a mediodía las colas en la Avenida del Ejército iban más allá de los Castros. El martes a primera hora de la mañana la congestión se extendía por Ramón y Cajal, donde para colmo hasta la rotonda vecina a la Estación de Autobuses llega un nuevo despropósito del ayuntamiento, esta vez en la calle Fernández Latorre, otra de las afectadas por las humanizaciones del edil Díaz Gallego. La imagen que encabeza la noticia es el reflejo de lo que es hoy Ramón y Cajal: los coches no circulan, los que están aparcados deben de abrir sus puertas hacia el bacheado carril bici sobre el que descansa basura sin recoger ante unos contenedores que tapan el paso de peatones. Las motos aparcan sobre la acera.
Este jueves el Grupo Popular preguntará en el Pleno por las obras que causan indignación entre los vecinos por no consensuarlas previamente y por la mala ejecución, que luego requieren correcciones a posteriori por no estar adaptadas a la realidad de cada barrio. El concejal Popular Antonio Deus señala que cualquier decisión que se tome en el ámbito de la movilidad “afecta a la totalidad de la ciudad. Por eso vemos con preocupación la forma en que Inés Rey toma decisiones sin contar con los vecinos y ejecutando obras que afectan a sus residentes sin adoptar alternativas previas”.
“Estamos en la calle, hablamos con los vecinos y su preocupación va en aumento. La política está para resolver los problemas de los ciudadanos y no para complicarles más la vida”, destaca Deus, quien recuerda que en anteriores Plenos “hemos trasladado la preocupación que nos transmiten por los cientos de aparcamientos que han suprimido sin alternativa. Inés Rey desconoce nuestros barrios, en donde la mayoría de los edificios no disponen de garajes y las que hay tienen unos precios cada vez mayores en un momento de crisis económica”
En los últimos días se han ejecutado obras de una manera más que cuestionable: “Ayer mismo hemos podido ver lo ocurrido en la Avenida del Ejército, con motivo de las obras de la rotonda en el cruce con Ramón y Cajal. ¿Cómo se puede organizar semejante caos en una obra que se sabía con tiempo suficiente cuándo se iba a ejecutar? Los ciudadanos no se pueden encontrar de repente con las calles cortadas como también ocurrió la semana pasada en Plaza de Lugo. A día de hoy, sigue cortada; según Inés Rey se trata de asfaltado y eso produce molestias. La Alcaldesa falta a la verdad: se va a suprimir un carril de circulación y se van a eliminar las plazas de aparcamiento. ¿Por qué oculta la realidad a los vecinos?”
Antonio Deus pone también el ejemplo de la Palloza, “una actuación que causó sorpresa para acabar causando estupor, como también las de la calle Rey Abdullah. Estas obras se hacen sin conocer los giros de las calles, las salidas de los garajes, las necesidades comerciales; se toman decisiones desde un despacho y luego se corrigen in situ haciendo cambios (aquí borro una plaza, allí ahora pongo motos o si no coloco aparcabicis)”.
“Qué vamos a decir de la Avda. de Os Mallos, la dificultad de circulación del bus urbano, aumentando el tiempo del recorrido o los giros de los coches para aparcar en esa batería engañosa. Por supuesto con esta solución ni por asomo es una alternativa a la pérdida de plazas de aparcamiento en la calle Ramón Cabanillas”, añade y destaca también que en Cuatro Caminos los vecinos ven con preocupación cómo las actuaciones en Alcalde Marchesi, Primavera, Río Monelos, Fernández Latorre o Plaza José Toubes, van a suprimir cientos de aparcamientos sin haber estudiado una alternativa real para los vecinos”.
La calle Pardo Bazán es un caso significativo de la toma de decisiones sin tener en cuenta la opinión de los vecinos. “Y más preocupación tienen después de la reunión con la Alcaldes, con una convocatoria rocambolesca a través de wasap sin saber quién convocaba la reunión. Aun así le transmitieron su indignación por las formas empleadas para tomar decisiones en la calle donde viven”, afirma.
“En resumen, pedimos a Inés Rey que consensúe con los vecinos todas las obras que haga y que facilite alternativas previas para compensar las consecuencias de dichas actuaciones y la instamos a que deje de proyectar estas obras en los despachos y pise la calle para conocer de primera mano las características de cada barrio antes de ejecutarlas”, señala Antonio Deus.