Francisco Dinis Díaz Gallego explica en la biografía de su cuenta de twitter que es un “coruñés de Lugo”, algo así como un quiero y no puedo en una ciudad en la que nadie es forastero y que desde tiempo inmemorial siempre ha acogido como uno de los suyos a cualquiera que llegue con respeto y voluntad por aportar. Díaz Gallego lo hizo hace años para cursar entre 2006 y 2013 la carrera de Arquitectura al tiempo que intentaba florecer en la agrupación local del PSOE.
Su carrera profesional ha progresado más desde el perfil político que desde el profesional. O más bien ha convertido la política en su profesión, al menos en estos momentos bien remunerada: 51.691,26 euros como consejero técnico de la Concejalía de Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras y Movilidad, un pico interesante para alguien a quien hace poco más de dos años no le ingresaban una nómina en el banco a final de mes.
El consejero coruñés de Lugo estaba destinado a ser concejal, un cunero más en un consistorio donde empieza a ser complicado encontrar a gente que tome decisiones y haya crecido en las calles de la ciudad sobre la que deciden. Pero en la confección de la lista electoral liderada por Inés Rey a la ahora alcaldesa le impusieron alguna modificación significativa y le descabalgaron a uno de sus pretorianos de un puesto de salida. En efecto, Diaz Gallego no resultó elegido, se quedó con la miel del acta de concejal en los labios, pero nadie dudó de que iba a acoplarse en un bien remunerado puesto en el ayuntamiento.
Su currículum no es el de un especialista de larga trayectoria en la toma de decisiones que afectan a todos los coruñeses. Año y medio antes de las elecciones municipales, Dinis se buscaba la vida como podía y acudía a concursos como el que abrió el ayuntamiento de Palencia para rehabilitar un parque. Se presentaron 33 propuestas. La suya quedó clasificada en el puesto número 30. Pero a veces la vida cambia de un plumazo y si estás en política y en el sitio y el momento adecuado promocionar a puestos que toman decisiones sobre miles de personas es sorprendentemente sencillo.
Así, el arquitecto que Palencia clasificó como el 30 entre 33 se sienta hoy ante el callejero de A Coruña para tomar decisiones en aspectos urbanísticos y de movilidad. Temas demasiado sensibles como para que además no haga gala del don de la prudencia, la discrección y el respeto. A Dinis le gustan las redes sociales, donde se explaya en glosar sus glorias y sobre todo las de la alcaldesa, siempre presente en sus oraciones. Y el sábado pasado por la tarde, mientras se gestaba el gran e intolerable atasco de la matinal dominical respecto al que nadie tomó sencillas decisiones que lo hubieran evitado, se afanó en preparar unas orejas en la cocina de su hogar. La carnavalada llegó a destiempo también en twitter donde quiso tirar con bala: “Tanto te quito 15 plazas de aparcamiento como te hago unas orejas”, escribió con una foto de su creación culinaria.
El disparo le llegó con retroceso. Algunas de las respuestas que recibió muestran que el adalid de la chicane de la Librería Arenas o la peatonalización de calles como Alcalde Abella, en la que no hay ni hostelería ni apenas tránsito, tiene un sentido de la ironía que no se acaba de entender: “La verdad es que ayer te has lucido”. “A este señor lle falta unha fervedura”. “El claustro te recomienda profundizar en la gastronomía y abandonar el urbanismo”. “Tiene narices, muchos vecinos cabreados (da igual si está justificado lo de los aparcamientos ) y este señor, con responsabilidades en el tema, se lo toma a cachondeo”. “Muy poco afortunada mistura de decisiones políticas y vida privada. Se pediría más nivel de un representante público, y evitar provocaciones innecesarias”. “Entiendo el chiste. Pero para muchos es de muy mal gusto”. “Es triste que se jacte de quitar plazas de aparcamiento a esa clase trabajadora que lo necesita para ir a trabajar. Es penoso que la clase trabajadora, la que pudiese, no pueda usar de manera eficiente la primera opción de desplazamiento que siempre es el transporte público”. “Rindose dos veciños, quitando estacionamientos necesarios. E presumindo do mismo”.
Pero las lecciones siguen. Este mismo jueves. El consejero volvió a dejar una nueva muesca en la red: “Hay gente descubriendo en 2021 el reparto de última milla… y otra descubriendo que se puede hacer en bicicleta o VMP… veréis cuando descubran que en España hay ciudades que ya lo hacen y la gente sigue viviendo!”.
Mientras Dinis sigue a lo suyo, los coruñeses se preguntan por los criterios para la peatonalización de calles o la eliminación de plazas de aparcamiento en superficie, intentan entender porque ese proceso no se acompaña de una sensible mejoría en el servicio de transporte público o por qué la ampliación de viales como el de Alfonso Molina se eternizan a pesar de que en Madrid manda un gobierno amigo de Dinis.
ACTUALIZACIÓN (21:58): Menos de una hora después de que se publicase esta información, el consejero Díaz Gallego, atento lector de diSÍnoticias, asegura a través de su cuenta de twitter que, «pese a la descripción» en su perfil, es «curuñés» y nacido hace 33 años en la ciudad. «Soy más coruñés que Amancio Amaro», asegura. La calle Vizcaya, donde nació el Balón de Bronce coruñés sigue abierta al tráfico rodado.