La última encuesta de Sondaxe apuntó un detalle que no pasa inadvertido: de entre todos los servicios que reciben los ciudadanos coruñeses el mejor valorado es el transporte público. El detalles no es novedoso porque las encuestas que realiza la Compañía de Tranvías revelan un alto grado de satisfacción entre sus usuarios. La empresa ha sabido navegar entre las turbulentas aguas que les envían desde María Pita para que su oferta no se resienta.
Nadie que se suba a un bus en A Coruña podría sospechar que existen una serie de litigios entre la empresa que ofrece el servicio y el ayuntamiento. El listón no se ha bajado en un escenario en el que el gobierno local mantiene un recurso en el Supremo y en años anteriores se intentó retirar la concesión a una compañía que es referencia a nivel nacional, también en medio del alza del precio de la energia y los carburantes. Y todo aderezado por la pandemia.
Pero al final de todo está el cliente y el compromiso hacia él. La ultima encuesta de satisfacción solicitada por la Compañía de Tranvías el servicio obtuvo una nota global de 8,09 sobre diez, lo que mejora los datos de las dos últimas encuestas realizadas, situadas en 7,17 en 2016 y 7,65 en 2018. Del sondeo también se deduce que el 96,8% de los usuarios se muestra satisfecho con el servicio, otorgando una calificación de 6 puntos o más. Respecto a la valoración global de la empresa, la media alcanza 8 puntos.
Entre los aspectos más valorados y con mayor crecimiento figuran la puntualidad, la frecuencia de paso y la seguridad e información de las paradas. En general se detectaron subidas en todos los epígrafes consultados, entre los que figuran estado y limpieza del autobús, trato del personal, nivel de ruido y emisiones o condiciones para personas con diversidad funcional. También reciben una valoración notablemente positiva las medidas adoptadas por la Compañía de Tranvías en relación con el protocolo contra el covid.
A Coruña es la ciudad de España con menor financiación pública del sistema de transporte urbano. Más de tres cuartas partes del coste se sufraga por medio de los ingresos procedentes de la compra de billetes.
La calidad del servicio deja de lado problemas cotidianos de la movilidad en A Coruña o situaciones surrealistas como que Inés Rey como alcaldesa firme un recurso contra la sentencia que determinó que la reducción del precio del billete determinada por el gobierno de Marea Atlántica era ilegal. Cuando optaba al cargo, Rey afeó a Xulio Ferreiro aquella decisión. Ahora se alinea con ella. En medio de la batalla se sitúa el desafío de mejorar todavía más el servicio y acometer nuevos retos en los que, ahí sí, los políticos deberían enfocarse. Por ejemplo el de coordinar transporte urbano y metropolitano.