Los rigores de la pandemia y de la crisis económica con la salvaje subida de precios sitúan en problemas a numerosas familias coruñesas. En ese contexto hay situaciones que resultan sangrantes: en A Coruña en los dos últimos años se han quedado en el cajón municipal 1,8 millones de euros presupuestados para emergencia y renta social que pudieron haber ayudado a muchas familias. Y aún más. El último presupuesto aprobado por el gobierno de Inés Rey con el apoyo de Marea Atlántica destina a emergencia social 1,1 millones de euros, la misma cantidad que a gasto en publicidad y propaganda.
A Coruña le ha dado un empujón a sus impuestos y tasas y aumenta el gasto en publicidad un 15%, una dotación económica que duplica por ejemplo al destinada al Plan Municipal para Personas con Discapacidad, que recibirá este año 537.000 euros.
La ciudad dispone de una asignación para un Centro de Atención a Personas con Discapacidad para el que la Xunta ha asignado una inversión de 2,5 millones de euros para llevar a cabo obras que mejoren su accesibilidad. Entre 2016 y 2021 el Concello de A Coruña no fue capaz de ejecutar 11,25 millones de euros que presupuestó para gasto social. Vivimos en una ciudad en la que más de un millar de persona acuden cada día a la Cocina Económica.
El gasto en publicidad y propaganda es también dos veces mayor que lo presupuestado por el gobierno local coruñés para obras en los colegios de la ciudad y el triple de lo asignado para el Plan de Dinamización del comercio local. Mientras tanto el ayuntamiento ha solicitado un préstamo de 24,6 millones que se suma a los 38,8 millones que ya hay de deuda acumulada en estos momentos.