“A mis años ya tengo edad para recordar, y mi vida ha sido cualquier cosa menos aburrida, por eso, durante cinco meses, me he dedicado con pasión a remover el pasado”, ha afirmado Oliva Figueira, esposa de José Caamaño, fundador del Grupo Caamaño, en la presentación de sus memorias Amor por la vida, que se celebró este viernes en la Finca Montesqueiro de Oleiros (A Coruña).
En la publicación, de 384 páginas, la autora no solo cuenta su apasionante vida sino, también, el nacimiento y explosión del Grupo Caamaño de la mano de Inditex y la crisis del Real Club Deportivo, del que fue vicepresidenta de su Fundación. “He vivido momentos de película de terror –ha dicho- como cuando fui secuestrada y atracada en mi propia casa. Y otros de cuento de hadas como mi boda, el nacimiento de mis hijos o la actuación con dos de mis ídolos musicales: Omar Alfanno y Pablo Milanés”.
“A estas alturas de mi biografía –ha asegurado- puedo decir que he sido feliz. He trabajado mucho y he hecho un poco de todo: ‘llamaba las vacas’ cuando mis padres araban la tierra, tricoté en el taller de la querida Lucita Calviño, fregué y fui camarera en el restaurante de mis suegros y ayudé a mi marido en los primeros compases de lo que terminó siendo el Grupo Caamaño. A bordo de un camión, he recorrido toda España y media Europa. Realicé tareas administrativas y manuales. Hice de ama de casa y me preocupé y ocupé de la educación de mis hijos. Hasta organicé, con un grupo de mujeres, las fiestas patronales de A Corveira”.
En el acto, que fue retransmitido por streaming, además de la autora intervinieron dos de los prologuistas, Paco Docampo y Norberto Rodríguez, y el expresidente del Deportivo de A Coruña, Paco Zas.
El primero, que calificó a Oliva de “Cenicienta del siglo XXI”, subrayó que “todos sabemos que Oliva es cordial y expansiva, pero, al mismo tiempo, muy celosa de su intimidad. Pues bien, con estos antecedentes, se ha liado la manta a la cabeza, ha echado la vista atrás sin ira y ha parido este libro que, os puedo asegurar, os va a enganchar. Porque la vida de nuestra amiga es cualquier cosa menos anodina y la constatación de que la realidad supera a la ficción”.
Con este libro –afirmó Paco Docampo- se podría producir un thriller digno del mejor Hollywood, en el que el humor y la tragedia se suceden a un ritmo trepidante. Ni la imaginación más calenturienta puede recrear los primeros encuentros/desencuentros entre ella y su hoy marido. Ni el secuestro que sufrió en su domicilio, en el que, a pesar del dramatismo y la tensión del momento, engañó a sus autores. Un suceso, por cierto, que tiene como antecedente un autosecuestro en un baño de su casa del que se liberó haciendo una ganzúa con los aros del sujetador”.
Por su parte, Norberto Rodríguez afirmó que “nada más conocer a Oliva, lo primero que percibí es que era una mujer decidida y directa, con una gran fuerza interior. Esa fuerza que desde sus difíciles comienzos le ha permitido sortear los baches que surgen en el transcurso de la vida, y superar los retos que ella misma se ha impuesto”. Y, dirigiéndose a la autora, afirmó: “has logrado doctorarte cum laude en la vida y tienes los más importantes títulos que uno puede conseguir: el de madre, esposa y estimadísima amiga, que superan cualquiera de tus otros logros como incansable trabajadora y empresaria de éxito”.
El arquitecto madrileño, después de destacar el carácter decidido, su capacidad de adaptación y la alegría que lleva consigo Oliva Figueira, le recomendó que no cambiara nunca y, conocedor de la pasión de la autora por el Deportivo, mostró su esperanza de que “ese Dépor, al que tanto quieres y que tantas penalidades te ha hecho pasar, salga pronto del pozo en el que está metido. El club ha sido un ejemplo, de que deportivamente, en una ciudad de no muy gran tamaño, se pueden hacer cosas muy grandes. Ojalá vuelva arriba pronto”.
Paco Zas cerró el acto recordando el paso de Oliva por la vicepresidencia de la Fundación del Real Club Deportivo, cargo que le ofreció tras escuchar las buenas referencias que le dieron de ella. Una responsabilidad que, según Zas, ha desempeñado “de una manera ejemplar”. Y añadió: “en el tiempo que estuvo al frente de ella ha participado en actos benéficos y de representación, realizó aportaciones económicas desinteresadamente, y, sobre todo, dedicó su tiempo y su cariño a muchos niños y personas que lo necesitaban”.
“Puedo decir, sin temor a equivocarme, continuó, que todos los miembros de aquel Consejo, hoy aquí presentes, nos sentimos muy felices y orgullosos de haber compartido con Oliva muchísimos momentos que quedarán para siempre en nuestro recuerdo”, explicó Zas..
Para terminar, el expresidente blanquiazul felicitó a la autora e invitó a los asistentes a que “disfrutéis de un libro que merece la pena ser leído, por las vivencias que atesora y por el gran amor y cariño que desprende, no sin alguna crítica por medio”.