Las primeras semanas de 2023 en A Coruña están marcadas por la inseguridad creciente en todos los barrios. Después de cerrar 2022 como la más insegura de España entre las ciudades medias, las calles herculinas siguen convirtiéndose poco a poco en el patio de recreo de delincuentes que campan a sus anchas y destrozan tanto viviendas particulares como negocios.
Los vecinos y los propios comerciantes están desesperados ante esta ola de robos, algunos con fuerza y peligro para la integridad física de los viandantes, que se extiende allá donde cualquier coruñés sale a la calle. Os Castros, A Gaiteira, Cuatro Caminos, el entorno del Ágora y la zona del Agra del Orzán son los puntos más conflictivos.
Uno de los casos más evidentes del problema con la delincuencia se dio hace unos días en la avenida de Oza, cuando un hombre atracó dos veces en apenas 48 horas el mismo supermercado. O el más reciente, esta misma semana, con cuatro coches que fueron calcinados de madrugada cuando estaban aparcados en la calle. Según la Policía, todo apunta a que se trata de fuegos intencionados.
Peluquerías, panaderías, locales de hostelería… nadie se libra y los vecinos siguen esperando respuesta por parte del Concello: “No es normal. No es normal lo que está pasando en este barrio. Estamos rodeados de delincuentes y todos los días nos llega la noticia de que han entrado en este o en otro local, que lo hacen impunemente. Este siempre fue un barrio tranquilo, con gente mayor, familias… pero ahora parece el Bronx en sus peores tiempos”, explica una vecina del barrio de A Gaiteira en La Voz de Galicia.
Mientras tanto, lo único que les queda a los vecinos es intentar actuar por su cuenta. Así sucedió el pasado 23 de enero en la zona de Cuatro Caminos, cuando tuvieron que ser los propios residentes los que acorralaron y retuvieron a un delincuente hasta que llegó la Policía. Se trataba de un ladrón habitual por la zona y que buscaba coches aparcados mal cerrados en los que poder robar. Pero seguía merodeando sin problemas.
Los vecinos reclaman una solución y también lo hacen desde la corporación municipal. Hace unos días Miguel Lorenzo, candidato a la alcaldía por el Partido Popular, señalaba la urgencia de convocar la Junta Local de Seguridad para tratar de reevaluar la situación y actualizar el Plan de Seguridad. Creen desde el PP que una de las medidas que deberían ser innegociables sería recuperar la Policía de Barrio, considerando clave su labor preventiva de vigilancia.