El Teatro Rosalía de Castro presentó este lunes una programación de trece obras que, según detalla el gabinete de comunicación del ayuntamiento coruñés, atesoran un «gran nivel escénico e interpretativo». Es importante en estas fechas de incertidumbre en el mundo cultural que las instituciones se involucren en este tipo de programaciones y que la oferta tenga un precio asequible (desde los 5 euros por una función a los 126 de abono completo en las mejores localidades). Pero la puesta de largo arrojó una sorpresas y algunas incertidumbres.
Para sorpresa de todos, la persona encargada por el concello coruñés para presentar esta oferta cultural fue el portavoz José Manuel Lage Tuñas, al que se le conocen un buen número de atribuciones y competencias en su labor gubernamental en la ciudad entre las que justamente no figuraban las culturales O más bien las de las programaciones culturales.
El caso es que Lage se subió al estrado en el Rosalía para invocar el espíritu de los 180 años de historia del Rosalía y «ofrecer o mellor da escena galega e española, dende o equilibrio, a pluralidade e dando resposta á súa vocación de servizo público». Y en el ambiente quedó la duda de quien está a cargo de la política cultural en el ayuntamiento, en teoría en manos de la propia alcaldesa, que no pudo asistir al acto.
La ausencia y su sustitución anima a hacerse preguntas sobre la extraña gestión de la política cultural en A Coruña, donde el mandato comenzó con Chero Celemín al mando hasta que tras poco más de un año la propia Inés Rey decidió hacerse con esas competencias y anunciar el fichaje de un director de área, Rómulo Sanjurjo, que en realidad ejercía como un concejal.
Tampoco es mala idea descargar responsabilidades en profesionales preparados y de reconocida trayectoria como la que tiene Sanjurjo, que además tiene la sensibilidad adecuada para dar juego a todos los sectores. El problema es que apenas dure cinco meses en el Concello. Su sucesora, Bettina Kohlhaas, es además la directora del Teatro Colón. Las fuerzas que ayudan a que se sostenga el gobierno local en A Coruña expresan su disgusto ante el caos. El BNG ha planteado en diversos plenos municipales su disgusto por «una política errática para un ciudad que carece de proyecto cultural». Marea Atlántica alude a que Cultura en A Coruña es un área «descabezada».
Mientras tanto Lage Tuñas aparca los presupuestos, sale a la palestra para presentar una programación cultural para asombro de tirios y troyanos. Obviamente no se olvidó de la coletilla de rigor: «Esta programación é unha mostra máis do compromiso que ten o Goberno de Inés Rey co mundo da cultura»