Se le ha hecho larga la campaña electoral a Inés Rey, que en las últimas semanas ha tenido que interactuar con los vecinos de A Coruña mucho más de lo que a ella le gusta y está acostumbrada. Porque la alcaldesa no está cómoda cuando toca pisar la calle y así lo volvió a dejar claro en su visita al mercado de la Plaza de Lugo. Una aparición fugaz para tener la foto buscada y, sobre todo, una ronda en la que evitó cualquier contacto con la gente.
Muchos de los placeros ni siquiera se enteraron de que Inés Rey había visitado el mercado. Y es que además de un recorrido exprés, la regidora socialista únicamente se dejó ver en la primera planta, donde están los puestos de pescado. Los otros dos pisos no parecen generar suficiente interés.
Pero incluso ahí la actitud de la alcaldesa llamó la atención de los presentes por su alergia al contacto con los vecinos. Y con los comerciantes. Diana Cabanas, concejala de Mercados, iba adelantándose a sus pasos para avisar a las placeras de que no podían dirigirse a Inés Rey ni hacerle ningún tipo de preguntas. Una sonrisa para la foto. Eso es todo.
No es la primera vez esta semana que Cabanas tiene que intermediar en su favor para atajar la aversión que la mandataria tiene a cualquier forma de interacción con los ciudadanos coruñeses, como ya le sucedió en Someso. Situaciones repetidas durante toda una legislatura en la que ha rehuido siempre el más mínimo atisbo de diálogo, idea o sugerencia para mejorar el día a día de la ciudad herculina.