La rotonda de la Ronda de Nelle, ese engendro que ejemplifica las iniciativas urbanísticas de unos gobernantes ajenos a la realidad, es un punto cada vez más negro. Lo es por el día, cuando atascos, caos y congestiones en la circulación se suceden y ahora lo es también por la noche, desde que el ayuntamiento ha decidido aprovechar las madrugadas para realizar unas obras que suponen el movimiento de camiones que activan su aviso de marcha atrás con sonoros pitidos o el empleo de martillos neumáticos.
La intervención en la zona llegó entre alardes del antes asesor y ahora concejal Francisco Dinís Díaz Gallego, un humanizador que no sólo sacó pecho por la idea sino también por los avances de una actuación que comenzó en septiembre. Estamos en mayo, la circulación se corta de madrugada en la zona, con desvíos por calles adyacentes y los vecinos tienen que soportar ruidos en sus horas de descanso.
Dinís ya hace tiempo que no tiene ojos en sus redes sociales para lo que ocurre en la Ronda de Nelle, donde los accidentes colisiones en la propia rotonda o por alcances en sus proximidades han aumentado de manera exponencial. “Iba a ser un caos…”, explicó poco antes de Navidad. “Lo importante –matizaba- son los vecinos que triplicarán aceras y tendrán espacios verdes.
Pero nadie habló con los vecinos. Ni antes ni ahora. A nadie se le expuso la solución que se iba a tomar en la zona con la nueva rotonda ni se les informó sobre las obras que ahora soportan en horario de madrugada. “¿Sería tan difícil hacer esto de día? La rotonda ya más de 8 meses con problemas de tráfico… Un día cortada ni se notaría”, explica una usuaria de la red social del pajarito que tanto agrada a Dinís e Inés Rey, citados en un tuit que habrán podido leer siempre que quien lo escribe no sea una de las personas que tienen bloqueadas.
“00:51. Seguimos con el martillo neumático, los pitidos y los golpes. Esto es maravilloso”, ironiza otro usuario de twitter. Las imágenes y videos de la presunta humanización en la zona se suceden. “¿Dónde está la policía?”, se pregunta a las 2:21 de la pasada madrugada otro vecino.
¿Dónde están Dinís y Rey? El edil despertó con una nueva humanización, esta vez la anuncia en Severo Ochoa. Y agrega el latiguillo habitual. “Una obra que nos permite ganar más espacio peatonal, arbolado y un carril bici/VMP optimizando además la calzada para aumentar las zonas de estacionamiento”. Obviamente tampoco falta la referencia a su jefa, tal y como indican los cánones de comunicación del ayuntamiento que Dinís obecede, aquí sí, a pies juntillas: «Una obra que tiene como objetivo dotar de servicios e infraestructuras modernas de movilidad al polígono de Agrela, polígono que como ayer recordó Inés Rey es ya un barrio más de la ciudad.