La descoordinación campa en el agosto del gobierno local de A Coruña, con el portavoz Lage Tuñas de desconexión y la alcaldesa de servicios mínimos se producen situaciones tan grotescas como la sucedida en las últimas horas en torno al posicionamiento de los mandamases municipales sobre los pisos turísticos en la ciudad, un vaivén que se explica desde el entreguismo de la minoría socialista a la minoría mareante para sumar 14 concejales y mantenerse en el poder.
Todo parte de un interesante reportaje publicado en La Opinión sobre el incremento de la oferta de viviendas turísticas en la ciudad. En la calle de la Franja saben bien de que hablan, así que para cerciorarse acudieron al Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT) de Turismo de Galicia. A 1 de agosto figuraban 653 pisos de uso turístico, “un aumento del 22% si se compara con los datos de hace un año, cuando había 119 menos”, concluía el diario coruñés. La oferta total de camas se dispara a las 3.088 plazas, 717 más que las que se ofertaban el pasado verano.
En A Coruña, a día de hoy, hay barra libre. El pasado 4 de febrero el ayuntamiento de Oleiros dejó claro en el Boletín Oficial de la Provincia que en su término municipal no se permitía el “uso turístico de viviendas y aparcamientos”. “En este momento hay casas que se alquilan por días y se hacen verdaderas orgías o fiestas que no tienen nada que ver con la vida sana de quien va de turismo a un sitio”, explicó el alcalde Ángel García Seoane en la emisora municipal. En Mera, Santa Cristina o Bastiagueiro se alquilan pisos y casas a turistas desde tiempo inmemorial, pero el regidor distingue entre esa práctica y la de “alquilar habitaciones”. “”El ayuntamiento de Oleiros no va a permitir a nadie que alquile habitaciones como si fuera un hotel porque no es legal y la Xunta lo tiene así estipulado”, concluía entonces García Seoane.
Más allá de especulaciones normativas está la necesidad de hacer una regulación. En La Opinión preguntaron por ella y dieron cuenta, al día siguiente de su primera información, sobre la posición del concello coruñés. Y le descartaron de plano una intervención porque no sentían que las más de 3.000 camas en viviendas turísticas supusiesen “una amenaza para el sector turístico”. Las fuentes consultadas por el diario coruñés agregaron que la ciudad tiene más de 20.000 viviendas en régimen de alquiler y poco más de 600 en alquiler turístico. Y zanjaron: “Seguimos la evolución de este tipo de pisos y estudiamos posibles medidas, pero de momento no consideramos que sea necesario regularlos más allá de lo que ya establece la normativa autonómica”.
Hace un año el Gobierno de Inés Rey se había comprometido a estudiar las viviendas de uso turístico y se apuntó un pacto en materia de vivienda entre socialistas y Marea Atlántica. La portavoz de esta formación, María García, se opuso además de manera frontal a la proliferación de las viviendas turísticas y acogió la postura del Concello con “sorpresa y preocupación”. En el próximo Pleno, el 8 de septiembre, sacarán el tema a la palestra. “El Gobierno tiene que rectificar”, concluyó García.
Dicho y hecho. Horas después un escueto comunicado del Ayuntamiento de A Coruña anunciaba que el Gobierno local “estudia a regulación dos pisos turísticos a pesares de ser unha competencia da Xunta de Galicia”. Y aludía al compromiso “no acordo político asinado coa Marea Atlántica o 29 de decembro de 2021”.
Así, en poco más de 24 horas el ayuntamiento de A Coruña volvió a cuadrar el círculo y decir primero una cosa y después la contraria.